Por: Rodolfo Herrera / columnista
FERNANDO Y MORELLI… SE LAS QUIEREN ARREBATAR
Luego de que el pasado fin de semana el Instituto Nacional Electoral diera a conocer que en los estados donde hubo elecciones, los partidos y sus candidatos se excedieron en el tope de campaña, unos contra otros comenzaron a acusarse; en Veracruz y Boca del Río, la oposición reclama un triunfo que no se ganó en las urnas.
Y es que tan solo con mencionar los casos de Veracruz y Boca del Río, los partidos, dirigentes y opositores salieron a pedir que se anularan los procesos electorales que llevaron al triunfo de Fernando Yunes y Humberto Alonso Morelli.
Lo cual suena más a un oportunismo que a la verdadera petición democrática de pedir que se anulen los procesos en todo el País, porque la clase política donde se incluyen todos los partidos, se excedieron en el gasto.
Para el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, la verdadera democracia consiste en la anulación de la elección en Coahuila, donde los Moreira lograron imponer sucesor en la persona de Miguel Ángel Riquelme, contra quien se han unido todos los partidos para pedir la reposición del proceso.
Para Morena y Andrés Manuel López Obrador, la democracia consiste en anular el triunfo del priista Alfredo del Mazo en el Estado de México, donde la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional, Delfina Gómez, se quedó a unos cuantos votos del triunfo, sin embargo, en esa elección lo que suena aberrante es que la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, que resultó en cuarto lugar, haya rebasado en un 200 por ciento el tope de campaña.
Es decir, de acuerdo con investigaciones del INE sobre los gastos de campaña, el Consejero Ciro Murayama advirtió que Josefina Vázquez Mota fue la candidata que menos votos obtuvo, pero al mismo tiempo fue la que más dinero de origen incierto utilizó para promover el voto a su favor.
La pregunta aquí es: ¿De dónde toman los partidos políticos dinero para las campañas? Y la respuesta es que la clase política, o sea todos los partidos y sus políticos, toman ese dinero vía el millonario reparto que hace el INE para que los organismos políticos puedan operar en la promoción del voto.
¿Y de dónde toma el INE la millonada de dinero que les reparte a los partidos políticos? Pues aunque nos siga doliendo esa terrible verdad, es dinero que el Gobierno le arrebata a los mexicanos vía los impuestos en todos los servicios, alimentos, medicamentos, posesión de bienes, ingresos, de las empresas productivas que ya no aguantan más.
Todo eso, pese a la recomendación que hiciera el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, antes de anunciarles que les dejaba tirado el changarro, porque los gobernantes no le hicieron caso en su recomendación de que cuidaran el dinero y dejaran de tirarlo como acostumbran.
Y lo peor es que existen dirigentes de los partidos en los municipios, en los estados y en el País, que se quedan con la mayor parte de ese dinero de los mexicanos, como Alberto Anaya del PT, que no da cuentas a nadie; Andrés Manuel López Obrador que no sabe vivir de otra cosa más que de la política, o Dante Delgado Rannauro con su fodongo Movimiento Ciudadano, que manda a los candidatos sin un “clavo” en la bolsa.
Independientemente de todo eso, a diferencia de la ruda y severa fiscalización que el Gobierno hace a los empresarios, los partidos y sus candidatos tienen “manga ancha” para allegarse de recursos en efectivo, que de plano no se sabe de dónde vienen, pero que el Gobierno tampoco hace nada por detectarlo.
Al final de cuentas, los partidos, sus candidatos y gobernantes, que en conjunto conforman la clase política, se pasaron por el arco del triunfo la recién aprobada Ley Anticorrupción y una vez más nos demuestran que la aplicación de esa justicia será para los enemigos de los regímenes, pero no para los políticos y su fiesta antidemocrática que lo corrompe todo.
NO SE LA GANARON, PERO VAN A LA rebatiñA
Al mencionar los triunfos del PAN en Veracruz y Boca del Río, los opositores vieron una rendija esperanzadora y salieron a pedir la anulación de la elección, en Boca del Río Humberto Alonso Morelli, del PAN, metió 9 regidores y 11 votos en el Cabildo, sólo le prestó 3 ediles a la oposición y obtuvo el porcentaje de votación más grande del estado en Veracruz; Fernando Yunes obtiene 9 votos en el próximo Cabildo, Morena se queda con 3 y 3 del PRI, con lo cual el PAN obtiene mayoría absoluta, digo, los triunfos son contundentes y pedir la anulación de la elección con el mísero número de votos opositores, de plano es un descaro de la oposición que no se ganó en las urnas lo que ahora pretende arrebatar en la mesa ¿O no lo cree así?
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