Córdoba.- Ayer fue un día especialmente violento en la región. A lo largo de la jornada se registraron cuatro ejecuciones: dos en el municipio de Amatlán
—uno de ellos con un narcomensaje (ver pág. 01)— y dos más en el de Cuitláhuac.
El primer caso fue el de un cuerpo sin vida de un desconocido, de aproximadamente 30 años de edad, que fue encontrado durante la mañana de ayer. Fue ejecutado y mostraba huellas de violencia. Sus verdugos lo dejaron entre unos cañales de la congregación La Patrona, a la altura del lugar conocido como El Once.
Dicho hallazgo se registró a un kilómetro de la carretera estatal Amatlán-Cuichapa, a 200 metros de donde —hace nueve meses— se suscitó la explosión de un ducto de Pemex, durante la cual una camioneta utilizada para el robo de hidrocarburos terminó calcinada.
Trabajadores del campo, al pasar por dicha parcela, se percataron que boca abajo yacía sin vida un hombre de complexión robusta y tez morena: vestía una playera negra, pantalón de mezclilla azul, cinturón café, calcetines color gris y tenis azules. Tenía varios impactos de bala y una herida de más de diez centímetros en la nuca.
El segundo caso fue el de dos hombres que fueron acribillados por sujetos desconocidos, al momento de encontrarse dentro del campo de béisbol que se ubica en la avenida 14 y calle 10 de la colonia Cuauhtémoc, de Cuitláhuac.
Dicho atentado provocó la movilización de las corporaciones policiacas y del personal de la Fiscalía Regional.
Los hechos se registraron la noche de ayer, cuando Tirso Ortega Naredo —de 33 años de edad y albañil de ocupación—, así como Crescencio Hernández —de ocupación cortador de limón—, se encontraban en dicho campo de béisbol.
En el lugar, fueron sorprendidos por hombres armados que viajaban en un vehículo rojo, quienes a corta distancia los ‘rafaguearon’.
Trascendió que el ataque iba dirigido contra Ortega Naredo, mientras que Crescencio fue ‘daño colateral’ en el incidente.
Una vez que los agresores confirmaron el deceso de sus víctimas, se dieron a la fuga con rumbo desconocido, sin que autoridad alguna lograra hacer algo para detenerlos.
Vecinos que escucharon las detonaciones, dieron parte a las autoridades a través del número de Emergencias 911.
Policías de las diferentes corporaciones arribaron para tomar conocimiento de los hechos. Una vez acordonada la zona, peritos de la Fiscalía realizaron las diligencias para retirar los cuerpos y trasladarlos al Semefo para realizarles la autopsia de Ley.