Nogales.- La salud de 6 mil habitantes de 14 colonias de la congregación El Encinar está en riesgo por el desfogue de lixiviados que realiza el Relleno Sanitario Regional de las Altas Montañas al manantial Ojito de Agua, de donde se abastecen del vital líquido.
El señor Porfirio Rosas Rosas, con un video que filmó ayer por la mañana, evidenció cómo llegan los lixiviados al agua limpia y cristalina del manantial a través de conductos instalados por la empresa Constructo, que es la encargada de administrar el centro de captación de desechos.
“Somos demasiada gente la que nos abastecemos de ese manantial que está siendo gravemente contaminado, eso ha sido de siempre, pero ayer fuimos por la evidencia para pedir la intervención de las autoridades estatales”, expresó.
La fuente mencionó que por el contacto y consumo de agua contaminada ya han tenido afectaciones en su salud, así como infecciones estomacales y en la piel, ya que se trata de líquidos que emanan de la basura y de todo tipo de desechos, incluso animales muertos, dijeron.
Detallaron que además de repercusiones en la salud, la mayoría de habitantes de las colonias Lázaro Cárdenas, Nueva Jerusalén y El Cerrito, han padecido la muerte de animales como caballos, con los que se ayudan para arar la tierra.
“Yo me dedico al campo y por esa agua contaminada y los insectos que se hacen, he tenido pérdidas, se me han muerto animales de labranza, una bestia mular y recientemente un caballo, pero a pesar de eso tenemos que seguir trabajando, rentando yuntas para cultivar las tierras y sembrar maíz y frijol, porque si descuidamos los terrenos nos caen los paracaidistas y se los apropian”, dijo.
Por otra parte, el señor Braulio Jiménez, quien durante seis meses pepenó en el tiradero Los Colorines, mencionó que ha atestiguado que al manantial se vierten los jugos no sólo de la basura doméstica que depositan los siete municipios de la región, sino también de sangre en mal estado de los hospitales y animales muertos.
“Ya demasiadas veces hemos denunciado lo mismo, incluso hace como seis años que hicimos un movimiento para denunciar la contaminación, hasta hubo enfrentamientos con la Policía, pero nadie nos hizo caso. El Ayuntamiento nunca se ha ocupado de dar solución a este problema que pone en riesgo la salud de miles de personas”, finalizó el afectado.
