Por: Aleluya Moreno Lorences Oropesa / columnista
Con bolitas y palitos: la bola de humo de AMLO, para la próxima jugada electoral.
Strike one.- Al Estado profundo no le rinde frutos políticos, económicos, ni diplomáticos, la poquedad de resultados de los caros medios electivos desplegados por el Instituto Nacional Electoral (INE), incapaz de estimular la participación mayoritaria de la sociedad en la jornada electoral para cumplir con el ritual recambio de Presidente Nacional, gobernadores, senadores y diputados.
La miseria, irresponsabilidad, vicios, corrupción, falta de visión creativa de sus dirigentes (Lorenzo Córdova Vianello, por delante), de operadores nacionales y locales de partidos, agrupaciones y candidatos independientes, inutiliza la inversión millonaria del erario, por sus resultados cada vez más insatisfactorios y bárbaros: en promedio, 12 agrupaciones políticas financiadas por el Estado, riñen por los despojos del escaso 30 por ciento del padrón electoral nacional nominal.
Por su resistencia a participar en políticas viciadas, la mayoría de mexicanos se aleja de actos simuladores y corruptos. Que sólo tres de cada 10 aztecas intervengan en la Jornada Electoral es un golpe contundente a la legitimidad del régimen y del Estado, incapaz de evitar el juicio de la Historia, a pesar de procesos viciados asimilados culturalmente y mediante manipuleos optimizados durante décadas de férreo control ideológico, político, policial, psicológico y social.
Descontando votos inducidos y cifras mapaches aisladas, el porcentaje de legalidad de los ungidos cotiza en picada; con ello, es incierto el futuro de la Patria.
Muchos son los orígenes de la tendencia a no participar en el festín legal, a pesar del atractivo de vender el voto, obtener regalos a cambio de promesas ocupacionales en algún puesto del Gobierno entrante; ánimo contrariado o confrontado resultado de desconfiar de todo lo que huela a Gobierno; fastidio por el comportamiento autoritario/despectivo/enajenado de la familia del ungido (casas blancas, departamentos de lujo en el extranjero, entrevistas insulsas en revistas del corazón), incluidos sus guaruras; hastío y repulsa a expresiones demagógicas, decepción por el comportamiento delictivo/impune de caco-políticos, o por causas originadas en el rechazo antagónico del sistema hegemónico.
Para cambiar la decisión de los votantes, expertos en dispositivos informáticos han potenciado la manipulación de urnas, al dar a conocer cifras modificadas en tiempo real, al tiempo de anunciarlas alteradas, así como ajustando resultados mientras las resguardan militares en bodegas del INE.
Reportes estadísticos capturados con programas de computadora, presentan cifras manipuladas. A sabiendas del fraude maquinado, ¿Vale la pena votar? Stalin aseveró que, quienes votan no eligen a sus representantes, sino quienes cuentan los votos.
Jean Paul Sartre, lúcido filósofo francés del Siglo XX, a pocos días de morir, sentenció: “Votar es una trampa para tontos. Sobre todo, porque el Gobierno y los Congresos, no son el centro del poder de Estado”.
Bola 1.- Si el Estado y su Gobierno fueran un gran negocio empresarial, cambiar de Presidente Nacional, Gobernador, Presidente Municipal, Senador o Diputado, equivaldría a sustituir periódicamente por cuestiones de mercadotecnia, al Gerente General, a los gerentes medios y a los jefes de departamentos, sin tocar al dueño del negocio.
Pero, como un País no es un bussines, no se comporta ni dirige con criterios tan estrechos, tampoco actúa por síntomas psicosociológicos erráticos: los mexicanos somos dejados, por eso tenemos el Gobierno que merecemos, resulta ser una frase más injusta que la tía que no ajusta, pues oculta motivos objetivos de actitudes aberrantes: el atraso ideológico inducido por más de un Siglo de opresión y sometimiento, sume a la sociedad en el retroceso cultural típico del estancado, del sesgado, del crecimiento enfermo, así como en el desdén propio de quienes decepcionados, depresivos, esquizoides por décadas de sufrir lo mismo, se postran socialmente, alejándose dignamente de la política pública; si constatamos que, a pesar de limpiezas periódicas mediáticas, el muladar de la marranada sigue igual, ¿Para qué votar? Se pregunta la mayoría de los electores, absteniéndose.
Bola 2.- El desencanto político de las masas mexicanas, más la frágil participación electiva de 3-4 de cada 10 mexicanos, pasa la factura y a la par, avala con escasa votación, a la primera Presidenta electa del municipio de Córdoba, Veracruz. Ser oficialmente seleccionada por sólo 1 de cada 10 paisanos, anula la legitimidad de su gesta. LLL, endeble, con el fantasma de Morena cuestionándola, se obliga a negociar alianzas con quienes fueron sus rivales en urnas. Y, se sabe, todo pacto, cuesta; por la poquedad de votantes, sus oferentes no valen tanto.
Con miserias de representación popular, estructuras operativas pulverizadas y el desaire de la mayoría absoluta de la sociedad cordobesa, se depreció la chiquillada.
Además, LLL dispone de nexos y medios para negociar gangas a su favor, con Panal, Verde, PES, incluido el alfil de JB.
Bola 3.- ¿Y, el PRI? ¿Se opondrá a la gobernabilidad del Gobierno de Leticia López Landeros? No. El valor político agregado de LLL por su lazo familiar con importante grupo de poder del PRI le asegura votos de sobra para bloquear a Morena.
Con el pase a retiro del Dr. Martínez, sin liderazgo territorial reconocido y, estatal cuestionado de Cuitlá-huac por la supuesta ayuda de Duarte para obtener su diputación, por las controversias de Huerta Ladrón de Guevara al haber impuesto candidatos perdedores en campaña por los municipios, por las cadenas de dinero de Eva; sin más estructura política concreta que ígneos mítines eventuales acarreados por la insigne figura del Peje, queda su cabildeo cordobés en manos de los desprestigiados hermanos Guzmán, proclives -ilustra la voz popular- a seducciones baratas.
Strike two.- Antes de las pasadas elecciones, coros de analistas afirmaron que serían la antesala de las elecciones de 2018, una especie de laboratorio para medir tendencias y las posibilidades reales de que AMLO llegue al poder federal… Por los magros resultados logrados en Veracruz, nada trascendente se espera de una agrupación política integrada por ingenuos y renegados dirigidos con piel de cordero, dedicado a crecer en falso sumando simpatizantes, militantes y líderes relapsos/trásfugas de partidos opacos.
Para los intereses de control del Estado profundo, no sirve que Morena crezca a costillas de fraccionar y disminuir a sus congéneres. ¿Qué pasaría en 2018, si por arte de magia el Peje gana? No pasará nada cismático, ya que su programa no amenaza al Estado constituido, pues sólo desea un Gobierno barato, honesto y eficaz.
Bola 4.- ¿A quién le molesta tener a un buen administrador eficiente, cuidando su changarro?, Mejor, si es proclive a pastorear ovejas descarriadas. El Peje es un hábil político de oficio izquierdoso incomprendido por sus similares, pues, a pesar de su programa de Gobierno capitalista servicial, es mal querido y descalificado por agresivo populista, cuando él sólo ha jugado al “papel del coco”, del “espanta-suegras”, del “enemigo necesario”, del atrapa incautos y vivillos deseosos de entrar o de no salir de la nómina pública.
Bola 5.- El problema de fondo del Estado Mexicano es la escasa participación electoral que obliga a invertir mayores recursos para garantizar el control social, la estabilidad, la credibilidad y la certeza de cumplir con los compromisos financieros, políticos y militares adquiridos con la clase mundial, que el mercado internacional exige para acreditar a México, otorgándole más préstamos, a pesar de su enorme deuda nacional, pública y privada: pelearse entre sí para ganar adeptos, es un craso error fáctico de la estrategia táctica electoral mexicana, resultado de la acumulación de líderes y militantes burocratizados y corruptos.
Los políticos no pueden seguir peleándose por el 30 por ciento de quienes de por sí votan, porque, sin importar su partido ¡ya están controlados! Así sea por convicción, conveniencia, coerción, por manipulados o por tontos.
Bola 6.- Si desean servir competentemente al Estado para continuar gozando de sus dietas y prerrogativas, los políticos mercenarios están obligados a canalizar sus vituallas hacia el 70 por ciento de los indecisos, inconformes y decepcionados mexicanos abstencionistas, dejándose vender fantasías, como resulta el falso crecimiento de Morena, adocenando tránsfugas de restos partidarios y capturando votos de castigo de simpatizantes ocasionales, que, cual veletas, suben y bajan al son de la caprichosa resaca.
¡Ponchado…! AMLO ha entendido la necesidad de instrumentar esa variante táctica electoral.
Durante su Tercer Congreso Nacional Extraordinario, el 11 de junio hizo ajustes a su tozudez de siempre, pues, a la vez que refrendó su decisión de solamente aliarse con el PT -¡y como por qué no, si es de sus compadres Alberto Anaya y Manuel Bartlett!-, vislumbrando, que, Morena no puede crecer más sumando entuertos de restos partidarios, propone por enésima vez constituir un comité en cada rincón municipal Patrio, amenaza con profesionalizar su estructura partidaria, dándole formación teórica, política e ideológica; enfila su permanente y meliflua campaña, mandando a segundo término su rollo reformista de renovación moralina (no robes, no mientas, no engañes, no traiciones), mediante un discurso “radical” de transformación sistémica de izquierda atractivo para los desencantados, con el cual promete cambiar todo, para que todo siga siendo igual.
Asimismo, el 13 de junio, Ricardo Anaya, dirigente nacional del PAN exhortó a su partido para promover la táctica de la segunda vuelta electoral, dirigiendo trabajo para direccionar sus esfuerzos partidistas sobre el 70 por ciento de abstencionistas, evitando en futuras elecciones que, los ungidos, incluido el Presidente Nacional, asuman cargos sin legitimidad. Siendo un serio aspirante a la grande, Anaya sabe lo que dice y quiere llegar a ser: Presidente Nacional legitimado.
¡Albricias!
La clase política mexicana empieza a cambiar de tácticas, para dejar de pelearse por los escasos votantes cautivos, intentando recapturar a quienes resisten caer en el redondel legaloide del régimen impuesto.
Hemos de explicar más adelante un motivo más poderoso, del intento de su renovación de piel.
