Londres.- La cifra de muertos en el incendio de un edificio de viviendas sociales de Londres ascendió a 30, informó ayer la policía británica, que espera un nuevo incremento del balance.
“Al menos 30 personas” murieron en el edificio en el incendio del miércoles, dijo a la prensa el comandante de policía Stuart Cundy, pronosticando que “tristemente el número volverá a aumentar”.
Una de las víctimas murió en el hospital y el resto en el edificio. Hasta ahora sólo 12 fueron trasladadas a la morgue y el resto siguen en la Torre Grenfell. Además hay 24 heridos, 12 de ellos graves.
Según estimaciones de la prensa, anteriores a este nuevo balance, había más de 70 desaparecidos en este edificio de 24 plantas en el que vivían unas 800 personas, la mayoría inmigrantes muy humildes.
“No hay hasta el momento indicios que sugieran que el fuego empezó deliberadamente”, dijo Cundy, precisando que está totalmente extinguido.
Entre tanto, crece la indignación con las autoridades por un rosario de aparentes negligencias.
El bloque de viviendas fue construido en 1974 en una sección obrera del riquísimo distrito de Kensington y Chelsea, a escasa distancia del barrio bohemio y animado de Notting Hill.
El avance de los Bomberos es lento, y llevará semanas inspeccionar cada rincón de lo que no es más que un esqueleto carbonizado en el que se da por hecho que no queda nadie con vida. Dada la voracidad del fuego, “existe el riesgo de que no logremos identificar a todas las víctimas”.