Acayucan.- El estar en el momento y lugar equivocado le habría costado la vida a Daniel Alonso Rosas Sagrero, de 21 años de edad, quien recientemente acababa de concluir el cuarto semestre de la carrera de Ingeniería Civil en el Instituto Tecnológico Superior de Acayucan (ITSA) del sistema sabatino; entre semana costeaba sus estudios como encargado del lavado “La Espuma”, ubicado en Sayula de Alemán, donde el pasado domingo murió baleado junto a tres personas más.
Familiares, amigos y excompañeros de trabajo aún no dan crédito a lo sucedido; “La Venada” –como lo “bautizaron” sus amigos de Protección Civil y Bomberos– fue abatido por las balas que accionaron desconocidos contra un hombre que en ese momento había arribado al lavado de automóviles sobre la carretera transístmica en la zona conurbada.
Rosas Sagrero era un joven alegre con un futuro prometedor, apenas hace algunos meses acababa de hacerse cargo de dicho lavado para poder sacar adelante sus estudios; antes fue elemento de Protección Civil (PC) y Bomberos de Acayucan.
“Estaba contento porque acababa de terminar el semestre, ayer salió de la casa desde muy temprano con dirección a su trabajo, tenía tantos planes”, recuerdan el arquitecto José Rosas Garduza y Mónica Sagrero Infanzón, padres del ahora occiso. Rosas Sagrero tenía su domicilio en la calle Ignacio Comonfort del Barrio Nuevo, donde fue velado; hoy martes recibirá cristiana sepultura, previa oración en la iglesia Dolores del Barrio Tamarindo.
Al igual que sus dos trabajadores –entre ellos Ariel Osorio Ambrosio, al parecer compañero de escuela de Sagrero– son víctimas colaterales que deja la violencia que impera en todo el Estado.