Córdoba.- El obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, se sumó a la demanda por la recuperación de la paz en Veracruz y en Córdoba.
Tras participar en la “fiesta de la democracia” y salir a emitir su voto, pidió a las nuevas autoridades gobernar sin distingos y generar acciones que sirvan para la recuperación de la seguridad y la tranquilidad de las familias.
Luego de los hechos de violencia que se registraron en las últimas semanas, lamentó que el crimen ya no respete géneros, pues aunque pareciera que la mujer ha tomado más papeles en la vida social, lo condenable es cuando se trata de feminicidios y de situaciones donde se habla de la pérdida de vidas en grupos vulnerables como niños y ancianos.
Monseñor insistió que la sociedad atraviesa por un panorama de “despertar”, donde desafortunadamente se están abriendo los ojos a la realidad existente ante el crimen, al considerar que su presencia en ciertas zonas y lugares quedan evidenciados con los cementerios clandestinos.
AYUDA A COLECTIVOS
Durante la semana pasada, integrantes del Colectivo Solecito Veracruz reportaron la ubicación de dos fosas más: una en El Barreal y otra en la zona de Cuatlapan, municipio de Ixtaczoquitlán.
Ante ello, pidió a las autoridades generen y refuercen un plan para ayudar a los colectivos, que sirva para encontrar paz en sus familias y a su vez den la posibilidad de encontrar a sus hijos o familiares con todo lo que implica el modo científico, por ejemplo “revisando ADN, que empaten los distintos grupos genéticos par saber si alguna persona está en el lugar donde quedó”.
Al reconocer que se trata de procedimientos costosos, consideró oportuno la intervención de autoridades del nivel Federal y Estatal para que sumen recursos a los municipios y con ello se pueda trabajar en una estrategia que sirva para dar consuelo en la medida de lo posible y reconciliación a las familias de los desaparecidos.
TERMINAR CON LA IMPUNIDAD
Es por ello que a las próximas autoridades municipales, pidió atender el tema de la violencia de forma que se generen pactos con el Estado o la Federación, para que se puedan llevar a juicio las personas que hayan delinquido, que se acabe la impunidad, pues aunque no es una tarea de los presidentes municipales, pueden gestionar ante las autoridades que los crímenes no queden impunes.
Sin olvidar tareas como la recuperación de los parques, las escuelas, la creación de empleos, la ayuda a las mujeres, proteger la dignidad de las personas y sobre todo, la generación de espacios donde la gente pueda convivir en paz, para ir formando, entre todos, una nueva sociedad.
Por ello, consideró necesario atacar la impunidad que prevalece.
