Orizaba.- Entregado a la vida del sacerdocio, el padre Antonio Reyes cumple hoy 50 años al servicio de la Iglesia Católica, debido a ello el obispo, Marcelino Hernández presidirá una ceremonia en su honor en la parroquia de la Asunción de María en Barrio Nuevo; quien lo adoptó por más de 10 años.
Originario de San Juan de la Punta, ahora Cuitláhuac, Antonio Reyes, fue el hijo mayor de la familia; huérfano de madre al año y medio de edad, al nacer su única hermana, el sacerdote fue criado bajo las órdenes de su padre.
Cursó sus estudios en la Ciudad de México y Tehuacán, Puebla, pero fue al cursar la carrera de contador, cuando Dios le hizo el llamado al sacerdocio, él aceptó el compromiso de servir.
Amante de la literatura, aprendió de todos, su primer guía fue el padre Mariano Arce; a quien le tomó aprecio y hasta el momento lo recuerda porque de él le aprendió muchas cosas como el amor a Dios.
Aseguró que a sus 50 años de servicio sacerdotal, está contento y vive de la satisfacción de que es ejemplo de muchos jóvenes que ahora ya son sacerdotes, mismos que los conoció desde muy pequeños.
A sus 16 años estudiaba en Córdoba su especialidad de contador, aseguró que de joven muy era “travieso” porque diariamente le llamaban la atención sus profesores; a esa edad tenía la inquietud de ser sacerdote por lo que acudía a los grupos de la Iglesia.
“Un gran día fuimos a misa al pueblo, cuando aún se celebraba de espaldas, el sacerdote se volteaba a dar la predicación y las personas se sentaban, éramos como 16 jóvenes que cuando empezaba el sermón nos salíamos y una vez terminado volvíamos a entrar; ese día Dios me tomó de los pies, y en voz del sacerdote escuché: “La mies es mucha y los obreros son pocos, ese fue el golpe que me hizo reflexionar”.
Dichas palabras hicieron que la forma de ser y de pensar de Antonio Reyes cambiara, por lo que vio la necesidad de acercarse a los sacerdotes, mismos que le indicaron que Dios lo llamaba.
Omar Celiseo V.
EL Buen Tono
