Silvano Aureoles, coordinador de los diputados del PRD, contó ayer en la tribuna de la Comisión Permanente que “un gobernador del sureste” —no dijo cuál, obviamente—, que presumía carro completo, le dijo muy orondo: “No sé qué pasa en mi estado. No hago nada, pero gano todo. Soy tan popular. La gente me quiere. Por eso gano todo”.
El tono era mordaz. Casi burlón. El michoacano hizo su comentario en el larguísimo debate sobre la intervención de los gobernadores —ninguno se salvó— y las autoridades locales en los procesos electorales que se avecinan.
Hubo incluso un exhorto en la Comisión Permanente a todos los gobernadores para que saquen las manos de las elecciones que tendrán lugar el 7 de julio próximo.
Las acusaciones se sucedían estado por estado, según el origen y la posición del orador en turno. El objetivo del diputado del PT, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, eraJavier Duarte. El legislador dice que por todo el estado de Veracruz se reparte “material para la construcción”.
Los priistas recordaron que tienen una denuncia interpuesta hace dos días en contra del ex gobernador de Guanajuato,Juan Manuel Oliva, por actos de corrupción.
El panista Rubén Camarillo le atizó duro al procurador de Aguascalientes, Felipe Muñoz Vázquez. Pidió su renuncia. Le reprochó dejarse utilizar como vocero del tricolor por instrucciones del gobernador Carlos Lozano. Hizo un exhorto a la PGR para que se le investigue por “delitos electorales”. Sus compañeros de la Permanente batearon la propuesta.
Muñoz declaró en Aguascalientes que el dinero de la delincuencia organizada, concretamente del narcotráfico, está financiando “algunas campañas políticas”. Mostró gráficas de la casa que aseguraron en el barrio de La Purísima, donde se ve una lona de candidatos del PAN.
Camarillo, por cierto, dijo sentirse “reconfortado” cuando se menciona el caso del ex gobernador Luis Armando Reynoso, sobre quien pesa una orden de aprehensión por peculado. El diputado presumió que hace seis años, siendo coordinador de la bancada del PAN en el Congreso de Aguascalientes, pidió su expulsión.
El diputado Ricardo Monreal, del MC, fue el último en hablar. “Los excesos de verborrea” lo obligaron a subirse nuevamente a la tribuna: el PRI y el PAN se quieren presentar como redentores. Apuntó el índice hacia los gobernadores de Puebla, Aguascalientes, Guanajuato; contó que en este último estado, durante una gira de López Obrador, una señora que asistió al mitin pidió que echaran agua bendita en el lugar donde estuvo el diabólico Peje. “Así está el adoctrinamiento”, subrayó.
Nos salimos del tema con una frase que es casi un lugar común, pero que refleja el sentir de los legisladores: mal de muchos, consuelo de tontos.
La estancia de Felipe Calderón en la Ciudad de México ha desatado todo tipo de especulaciones. En el entorno del ex Presidente nos aseguran que no ha tenido “actividades de grilla” durante su estancia en la capital de la República. “Felipe vino de vacaciones con sus hijos, a Baja California Sur. De aquí viaja a Europa”, nos aseguran.
La fuente es impecable, pero resulta difícil de creer que Felipe no haya aprovechado su estancia en esta capital para grillar. El PAN vive la peor crisis de su historia. El calderonismo le disputa al maderismo lo que queda de ese partido. El golpeteo ha sido constante. Son momentos muy difíciles.
En uno de los frentes legislativos —el Senado— están atrincherados los calderonistas. Los comanda el que fuera el delfín de Calderón para sucederlo: Ernesto Cordero. El rumor fue insistente acerca de que se reunió con los senadores corderistas, a pesar de que Roberto Gil Zuarth lo negó. Alguna grilla ha de haber.
Fuentes panistas nos aseguran que la PGR ya tiene abierta una averiguación previa contra el diputado local mexiquense del PAN, Ulises Ramírez, sobre quien pesan acusaciones de venta de candidaturas y enriquecimiento inexplicable.
Nos dicen que la Procuraduría solicitó información a la contraloría del estado sobre la “relación patrimonial” del ex senador de la República y al Congreso del estado sobre “sueldos devengados”. Ulises ya habría sido notificado. Tratamos de corroborarlo con él. Buscamos a sus colaboradores. No tuvimos éxito.
El hombre tiene fuero. Es diputado. Si la averiguación progresa, tendrá que ser sujeto a un juicio político. Sería la primera vez que se llevaría cabo en el Estado de México.
■ Manlio Fabio Beltrones acudió a Cancún a darle un espaldarazo al candidato priista a la alcaldía del municipio de Benito Juárez, Paul Carrillo. En un evento con empresarios, arrancó una sonora carcajada al decir que los perredistas “no saben perder y, cuando ganan, no saben gobernar…”
Muchos vieron en esas palabras una clara alusión al perredista Julián Ricalde, quien es investigado por recibir tres millones de pesos de su antecesor, Jaime Hernández. Para acabarla de amolar, se filtró una conversación entre perredistas donde discuten y acusan a Jesús Zambrano, sólo con dichos, de haber negociado Cancún.
