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La reaparición de Marcelo

Superiberia

Marcelo Ebrard reapareció, el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal lo hizo con una polémica convocatoria para debatir con Enrique Peña Nieto sobre la reforma energética. Rarísimo el llamado, rarísima la postura con la que vemos hoy a Ebrard. No quisiera decirlo, pero hasta me recuerda a AMLO.

La cuestión son, muy por encima del tema energético, las razones por las que Marcelo tira, y le tira fuerte al gobierno federal. Que si la entrevista al Financial Times en Londres, que si la participación de Peña Nieto en la Cumbre del G8, que si se “abrirá” Pemex a la inversión privada… o, como dice El Peje, que si se entregará el petróleo a los extranjeros y todo el rollazo aquel de la soberanía. En fin, demasiados temas que, sin duda, deberán encontrar respuestas, pero pienso que deberíamos esperar a que la iniciativa sea presentada.

Pareciera un despropósito hacerlo ahora, cuando no podemos leer textual la reforma; sólo se especula y se arma escándalo con lo que se supone, infiere o adivina al respecto. Pero tal vez Marcelo esté acomodándose en el escenario político actual para no dejarse sorprender.

Viene el cambio de dirigencia en el PRD, en la que él desea participar, según lo declaró en febrero pasado. Ese será el primer escalón a pisar rumbo a la candidatura presidencial del PRD en 2018, que, sabemos, tiene en la mira. No caerá nada mal radicalizar un poco al partido que ha participado muy entusiasta en el Pacto por México, otro de los hechos que el ex jefe de Gobierno ha criticado. Presentarse, entonces, como oposición dentro de su propio partido. Justo como lo está haciendo Jesús Zambrano, el actual presidente nacional perredista, que ha salido a desacreditar las declaraciones que Ebrard ha realizado estos últimos días.

Si el llamado que hizo en Los Pinos es aceptado, lo cual resulta sumamente improbable, ¿en qué calidad se presentaría Ebrard? Actualmente no es funcionario y su partido ha dicho que avalará la iniciativa en materia energética que el Ejecutivo presente en el Congreso.

Es un despropósito, Marcelo. Si bien Ebrard siempre ha sido arrojado para defender sus causas, lo cual hemos reconocido, resulta extraño que hoy lo esté utilizando para polemizar incluso con los miembros de su partido y hasta busca hacer un frente con López Obrador y CuauhtémocCárdenas para “defender” el petróleo. De lograrlo, estarían presentando una propuesta alterna a la del Presidente de México, esa que aún no conocemos, pero que ya está sacando tantos sustos.

¿O de quién se estará cuidando Ebrard, que busca estar en el reflector? Al menos sabemos que el cambio de dirigencia en el PRD está cerca y que alcanzarla es uno de sus proyectos; lo que no entendemos es por qué buscar polémica con los mismos perredistas. Su confrontación con el gobierno federal nos queda clara si lo vemos como integrante de una oposición. Pero, ¿por qué pelearse con el PRD de Zambrano?

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