Córdoba.- Por el consuelo a las madres de los desaparecidos, por las víctimas de la violencia y el crimen, para que cesen las muertes de inocentes, los niños abandonados y las guerras, católicos se sumaron en oración al participar en el Viacrucis durante el Viernes Santo.
Hombres, mujeres y niños, clamaron a Jesús que interceda por el perdón de sus pecados.
La interpretación del viacrucis se vivió en cada una de las parroquias de la ciudad. En la Catedral de la Inmaculada, el párroco Domingo Ortiz encabezó la procesión, con la que se recordó la Pasión de Cristo.
Ante los hechos de violencia que se viven en México y en el mundo, se lanzaron peticiones especiales por los jóvenes y la comunidad para que crezcan en oración y reconozcan sus pecados.
Tras dar lectura a cada uno de los pasajes conmemorativos a las estaciones de la Pasión de Cristo, se pidió al Señor destierre la corrupción de los funcionarios públicos, para que éstos puedan servir con amor y sin practicar injusticias a los ciudadanos.
Al mismo tiempo se pidió por el consuelo de aquellas madres y esposas abandonadas, por los que sufren la desaparición, enfermedad y persecución injusta de sus hijos y seres queridos, para que reine la humildad entre el pueblo de Cristo, pues entre hermanos deben ser solidarios y tenderse las manos ante cualquier necesidad, así como que la población abra su corazón a la solidaridad y caridad.
Durante el recorrido que partió de las inmediaciones de la Catedral de la Inmaculada Concepción, se recordó a quienes están sufriendo por sus seres queridos internados en los hospitales, quienes no tienen qué comer y mueren por la falta de dinero para comprar sus medicinas.
Además, para que ya no haya más casos de niños en las calles y sus padres sean responsables, pero sobre todo para que la humanidad aprenda a vivir el dolor humano.
También se pidió que cesen las guerras y las muertes de inocentes víctimas de la soberbia de los líderes y gobernantes políticos que se han dejado llevar por Satanás y de la mano con la industria de las armas, han causado caos y perdición sin importar el dolor y sufrimiento que generan al resto de la población.
Tras casi tres horas de recorrido, los creyentes no desistieron de su participación. Una a una de las 14 estaciones que integraron el viacrucis, fueron recorridas por los asistentes.
PIDEN PAZ
En medio de la tristeza por el deceso de Jesús, el mundo se sumerge en una cultura de la muerte. A Córdoba le urge la fraternidad para generar un cambio en el corazón de cada habitante para que reine la paz.
Tras realizar la meditación de las Siete Palabras, que responden a las últimas frases que Jesús pronunció durante su crucifixión, antes de morir, el sacerdote Domingo Ortiz Medina, lamentó que los líderes mundiales estén sumergidos en una “nube” de opacidad que genera mentiras y engaños.Al recordar los últimos suspiros de Jesús, llamó a la reflexión y conversión para recuperar aquellos corazones gélidos y fríos que ya no quieren saber de Dios, para que María consuele y custodie a todos aquellos quienes sufren por la muerte de una madre, pero principalmente para que toque los corazones de los líderes políticos y traigan paz y no guerra.
En estos tiempos, afirmó que aunque hay momentos de dificultad en la vida que parecieran que Jesús nos ha dejado solos, la enseñanza radica en que se encuentra siempre presente para aquel que ora. Acompañado de la palabra de Jesús, el prelado insistió en la recuperación del amor y la paz, pues sólo de esta manera se podrá erradicar a toda esa gente que vive para complacer al mal, a quienes se han ido por el camino falso de la hechicería y la maldad.
