Amatlán.- Los mayordomos y diputados (ayudantes de los primeros) de la iglesia de los Santos Reyes en Amatlán adornaron los altares con piña, calabaza, racimos de plátano, pan en forma de pescado y borrego, así como palmas y flores para esta Semana Santa.
Cuando los levanten el fin de semana deberán compartir la ofrenda con los enfermos y familias en situación vulnerable.
En la iglesia de los Santos Reyes es una tradición colocar un altar a cada imagen, para lo que se preparan los mayordomos y diputados, pues con una semana de anticipación van en busca de la palma, cucharilla y flor de estate, de colores morado y blanco, a diversos municipios y congregaciones.
Rosario Vázquez Sánchez y Karina Cruz Cervantes, mayordomos de la Virgen del Rosario y Lourdes, respectivamente, expresaron que “hace ocho días los diferentes mayordomos se organizaron con sus diputados para trasladarse a Acultzingo, Asumbilla, Cañada Morelos y otros lugares de Tehuacán y Puebla para colectar las palmas y cabezas de cucharilla que se utilizaron ayer para adornar”.
Ayer todos llevaron a la iglesia el pan, flores y fruta a las 08:00 horas, para que el párroco Julián Verónica efectuara la bendición, así como la purificación de los altares con incienso; en total fueron colocados 38 sagrarios.
Tras la Eucaristía los mayordomos iniciaron la colocación de los altares, donde cada uno contó de 48 a 100 palmas -según el tamaño-, también les pusieron coronas que hicieron de cuatro cabezas.
Situaron dos canastos de pan con forma de pescado y borrego, 25 piñas y cuatro racimos de plátano. Aunado a esto, la iglesia se encuentra invadida por el olor que desprenden los ramos de flor de estate, romero y manzanilla, lo que en conjunto le da un aroma dulce a la iglesia.
Otra característica que tiene la iglesia de los Santos Reyes es que, al realizar su visita, por una limosna puede tomar un pan o listón bendito que se coloca a la mitad del templo o bien tomar agua del pozo de la Samaritana, el que calma la sed.
En la región sólo esta iglesia coloca altares y los gastos los absorben los mayordomos y diputados, quienes sirven a Dios para fomentar su Palabra.