Por: Edgar Hernández* / COLUMNISTA
¡Rolando Ortega con su fuerza sindical —CROC— será el contrapeso priista para contrarrestarlo!
Los cañonazos de Álvaro Obregón dejaron de ser de 50 mil pesos.
Ahora valen 25 millones de pesos, dos Regidurías, cinco Direcciones generales, tres Institutos, el DIF, cuotas mensuales los siguientes cuatro años y garantizar el voto opositor para el 2018 en favor de la escuadra azul-amarilla.
Para David Velasco Chedraui eso es, sin embargo, cómo quitarle un pelo a un buey.
De entrada les dijo: “¡Ahí repártanse el billullo!” y los pedorros, perdón los perredistas, al grito de ¡Ataca maraca! se fueron sobre la marmaja como fieras, a golpes, sillazos, escupitajos y todo lo que termina en ajos y bueno… terminaron por ponerse de acuerdo.
El PAN, que también avala al bien amado Rey Tontín se lleva lo suyo.
Los negocios de los Chedraui con los barones azules se mantendrán intocables; le invertirán unos 50 kilos más al desguanzado David para que compre el voto y conservar —dirían los clásicos— maiceada la plaza para
el 2018.
Ese fue el acuerdo en lo oscurito para que David Velasco Chedraui alcanzara la candidatura a la Presidencia municipal de Xalapa por la coalición PAN-PRD.
Ahora sólo falta un detalle, que gane.
Y es que antes de los afanes del redomado exfidelista y exduartista, está el Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, que trae la preferencia capitalina desde las dos últimas elecciones, de tal suerte que si postula a La Vaca de Hipólito Rodríguez gana.
Y gana por paliza, tal como lo ha demostrado en las urnas donde se registra el voto del silencio, el “mátalas callando”; en donde a la de sin susto arrebata gracias al apoyo de los desposeídos, al respaldo de la población en franco voto de castigo contra los corruptos y ahora contra los mentirosos.
Al lado de David también está con cara de pocos amigos Alejandro Montano, a quien los números lo colocan en un lejano tercer lugar, aunque la realidad porta un creciente posicionamiento de cara a la inseguridad ciudadana y la necesidad de un gobernante municipal fuerte, con carácter.
Montano suma apoyos y simpatías en el día a día.
El último es el de Rolando Ortega Salazar, priista de toda una vida, inscrito en la planilla donde juega por una Regiduría y representa al poderoso sindicato mayoritario —CROC— del Ayuntamiento de Xalapa.
Rolando, luego del 4 por ciento de incremento salarial logrado el viernes para su gremio, se echa a la bolsa a la burocracia municipal y se suma a la cruzada institucional en favor de Montano.
¿Le gustan 10 mil votos entre burócratas y sus familias cuando la elección es de tercios? ¿Le gusta el apoyo juvenil priista que encabeza el otro aspirante a la Regiduría, Rodrigo Montoya?
Y bueno, por si no fuera suficiente para el Tontín a la vera del camino corre Carlos Luna, cada día más fuerte y que si no le suma sí le resta votos.
Pero todo fuera como eso, al rey David lo que le sobra es dinero para comprar el mundo. Su familia, todos empresarios, le apuestan a negocios buenos y negocios malos. Si uno no funciona uno se repone con el otro. Es por ello que al PRI, al PAN y al PRD hasta la morralla le invierten. Uno pega y con ello es suficiente para seguir en el mundo del comercio… electoral.
Hoy por lo pronto le toca al buen David jugar ¡¡¡Por el PRD!!!
Valdría la pena que alguien le orientara o le diera un cursillo a fin de que moderara su discurso, ya que el de la Revolución Democrática es un partido que finca sus orígenes en encontrar representantes emanados de las clases populares, en aquellos que entiendan las necesidades de los pobres… ¡Como David!
Dicen los estatutos del PRD que todo miembro que aspire a ingresar deberá tomar un curso de formación política que incluya la historia y los documentos básicos del partido —y sí, eso creo le va a hacer falta a David—.
Que presente su carta de renuncia al partido anterior —urge se la dé el PRI porque el amigo David se fue como las gatas—; tener derecho a expresarse en su propia lengua —eso importa porque a David nadie le entiende cuando habla—, y abstenerse de recibir apoyos económicos —¡eso sí va a estar muy cañón!—.
Si libra todas esas minucias, qué digo minucias, tan solo delicadeces, sólo le quedará meterse en el seso la mística ideológica de la izquierda, aunque sea de aquí al 4 de junio.
Que no olvide la lucha de clases como signo de congruencia con su PRD —podría, por ejemplo, tomar el Palacio municipal en cualquier chico rato—; y también, como requisito, deberá propagar la ideología del proletariado
—Mmm… pues que renuncie a Ferragamo y Polo—, y finalmente que aliente la lucha del pueblo al poder —fácil, que pida el auxilio de Orfilio y Toño Luna, Antorchistas, y acuda a los encuerados de César del Ángel que cobran bara, bara…
Fuera de esas tonterías, listo.
¡David, serás Presidente municipal!
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo