por: José Miguel Cobián / columnista
Imagina que hay una serie de comunidades que no votaron por Acción Nacional en las últimas elecciones, y eso le permite al gobierno municipal desentenderse de la atención que se le debe proporcionar a todos los ciudadanos, antepondiendo sus intereses políticos a la seguridad de los seres humanos cuya integridad física y bienes deben proteger.
En la ciudad de Córdoba que gobierna Acción Nacional, hay un puente que comunica con un grupo de comunidades rurales, como son: San Matías los Mangos, Agustín Millán, Porvenir, Miguel Aguilar, Berlín, Cruz de los Naranjos, entre otras.
Resulta que este puente que es usado por vehículos y por peatones, se llama puente de Los Mangos, sobre el río Seco. Fue dañado en agosto de 2016 por una crecida generada por una tormenta, ya que el río es de respuesta rápida. Parte de la base del puente resultó dañada, en algunos casos se nota literamente al aire, a tres metros de altura al espejo del agua, no hay base para el puente.
El H. Ayuntamiento de Córdoba tiene el mismo tiempo esperando que ocurra un milagro y con otra crecida se vuelva a llenar la base del puente. Mientras tanto acudieron autoridades de protección civil estatal y determinaron que es de alto riesgo permitir la circulación
de vehículos por encima de este puente. En razón de la estructura dañada, y la vibración y el peso de los vehículos puede colapsar parte del puente.
Protección envió personal especializado en la materia que determinó que simplemente NO deben circular vehículos por ese puente. Pero, el Ayuntamiento lleva entre siete y ocho meses sin hacer absolutamente nada. Ni ha reparado (lo cual puede resultar más caro), ni ha construido un puente nuevo. Las razones son variadas: La gente de esa zona no votó por Acción nacional, el Ayuntamiento quiere construir el puente nuevo con un presupuesto de cincuenta millones de pesos. Se sabe que con diez millones de pesos sería suficiente para construir el puente y llevarse una mochada, sin embargo, el Ayuntamiento insiste en no usar estructuras muy rápidas, y baratas.
El pretexto es que el Ayuntamiento no tiene dinero, el dinero del Fonden no ha llegado y el dinero de aportación de Gobierno del Estado tampoco ha llegado. Así, el objetivo de esta administración, es llegar al 31 de diciembre sin haber resuelto el problema que afecta a miles de habitantes de la ciudad de Córdoba y del municipio aledaño de Amatlán.
Lo más curioso es que sin importar la economía de transportistas, habitantes, taxistas, etc., nadie resuelve nada. Orizaba que es un municipio vecino, está construyendo con recursos propios un puente atirantado que le dará belleza a la ciudad y fluidez y al tráfico. En Córdoba no se puede construir un puente pequeño, esto a pesar de que recursos sí hay, incluso en un fideicomiso de parquímetros hay dinero suficiente para construirlo a precios razonables.
Los políticos se preguntan si es una estrategia de gobierno municipal para afectar al Gobierno del Estado, pues a fin de cuentas, ambos son de extracción de Acción Nacional, pero de diferentes tribus o corrientes políticas.
¿Se debe de hacer política pública para seguir medrando del erario público o hacer política pública para atender las necesidades de los ciudadanos? ¿O quizá, favorecer un ambiente hostil, para la próxima visita del Gobernador a la región de Córdoba?
Evitar la circulación de vehículos es muy sencillo. Quitar una loza del puente. Aplicar la Ley para proteger a los habitantes, aún en contra de su propia voluntad. Miguel Yunes ha demostrado que busca aplicar la Ley sin distingos y a raja tabla. Pero el Ayuntamiento prefiere administrar el conflicto político y social.
No quiero pensar en que alguien pudiera morir por un retraso en el transporte en una ambulancia, debido a que éstas debe de dar un gran rodeo. Una vez más, heridos y muertos caerían sobre la conciencia de un alcalde y un Ayuntamiento inconscientes. Recordemos que la zona de la Sierra puede sufrir accidentes graves, como el último en la zona de Calería, dónde hubo 83 lesionados, que tuvieron rápida respuesta de los grupos de auxilio, gracias a que las vías de comunicación funcionaban.
Los habitantes protestan una y otra vez, encontrando oídos sordos en el Ayuntamiento. Si se hubiera buscado una solución hace siete meses, el problema prácticamente ya estaría resuelto, salvo que se quisiera administrar como se ha administrado la reconstrucción del mercado municipal, que se prometió estaría lista en dos años, y a la fecha no tiene visos de ser concluida en esta administración.
El ayuntamiento Cordobés no cumple con las normas de Protección Civil, no impide la circulación de vehículos, no repara o sustituye el puente. Vivimos la más pura anarquía, la autoridad no se hace respetar. Se sabe incluso de inversiones que se realizarían por esa zona, y que debido a la situación del puente y al conflicto social, simplemente buscaron aires más seguros.
Como siempre, los intereses económicos y políticos de la gente en el poder, dañan a una serie de comunidades y ponen en riesgo vidas y bienes de los ciudadanos. La única solución es construir un nuevo puente a la brevedad. Evitar que circulen vehículos en el actual dañado, y sobre todo, que la autoridad cumpla la función para la cual se le contrató en las urnas.Sin importar sus intereses económicos ni que en este caso no existan moches.
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