Bagdad.- Al menos 30 personas murieron el domingo en atentados dirigidos principalmente contra musulmanes chiíes por todo Irak, dijeron médicos y la Policía, intensificando los temores de un regreso de una guerra sectaria a gran escala en el país.
Diez años después de la invasión encabezada por Estados Unidos que derrocó al líder suní Sadam Husein, un compromiso estable para compartir el poder entre suníes, chiíes y kurdos en Irak sigue siendo difícil de alcanzar y la violencia va en aumento.
Más de mil personas murieron en ataques de extremistas en Irak en mayo, según las Naciones Unidas, siendo el mes más mortífero desde la masacre sectaria de 2006-07.
Las relaciones sectarias se han tensado aún más por la guerra en la vecina Siria, donde los rebeldes suníes están luchando para derrocar a un líder chií respaldado por Irán. Suníes y chiíes iraquíes han cruzado a Siria para combatir en bandos opuestos.
Dos coches bomba explotaron por separado en la predominante ciudad chií de Basora, a 420 km al sudeste de Bagdad, matando al menos a cinco personas y destruyendo negocios.
Otro coche bomba explotó en un concurrido mercado en la ciudad santa chií de Najaf, matando al menos a siete personas, y otras tuvieron como objetivo las localidades chiíes de Nassiriya, Kut, Hilla, Tuz Jurmato y Mahmudiya en el sur de Bagdad.
Cerca de la ciudad norteña de Mosul, hombres armados abatieron a seis policías en un control en Hadhar, dijo la policía. Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad de los ataques.
Agencias