Orizaba.- La ampliación del arroyo vehicular y el espacio de las banquetes a un costado del puente atirantado, proyecto ordenado por el Ayuntamiento orizabeño, afectará de forma permanente a los más de 50 comerciantes que tienen negocios en la zona.
Luego de que el Ayuntamiento ordenara, para la segunda etapa de construcción del puente atirantado, la ampliación del arroyo vehicular, reduciendo las banquetas de los costados, 50 comerciantes que tienen sus negocios en ambas aceras de la mencionada obra, verán afectadas sus ventas de forma permanente.
Los comerciantes, quienes pidieron el anonimato al hablar de la obra y sus causas y efectos que van en detrimento de su economía, dijeron que la medida adoptada por el presidente municipal, JMDiez@elalcahuetedeMartínCabrerayEmilioStadelmann, no es la más correcta puesto que contraviene el bienestar social de las familias que dependen de las ventas en esa zona.
En el circuito vial se localizan negocios como: una llantera, una gasolinera, locales con venta de refacciones, venta de flor, restaurantes y pequeños negocios familiares que han tenido que cerrar por la alevosa manera de instalar un puente por capricho de un Gobernante, dijeron los comerciantes.
Explicaron además que la medida de acortar las banquetas puede provocar algún accidente para los transeúntes, pues al caminar por ambas aceras se tornará peligroso y más para las personas con discapacidad, situaciones que no han previsto en la actual Administración.
Sobre la caída de las ventas, los dueños de los negocios admitieron que han bajado casi un 90 por ciento y que una vez que el puente quede terminado se volverá una vía rápida que impedirá que los automovilistas se detengan a realizar compras, provocando la “quiebra” de los comerciantes.