Un 22 de febrero de 1854 nació en México la primera Universidad Agrícola llamada “Escuela de Agronomía de San Jacinto”, la cual después se convertiría en la prestigiada “Universidad Autónoma de Chapingo”, es por ello colegas que este día se instauró y decretó que fuera el Día del Agrónomo, 163 años que comenzó la educación agrícola en nuestro País, donde desde aquel entonces se han graduado cientos y cientos de ingenieros dedicados a mejorar la producción agropecuaria, apoyar al campesino, detonar el desarrollo de comunidades enteras mediante la agricultura y sus nuevas tecnologías.
Además de que han salido agrónomos que son grandes líderes políticos y que entienden a la gente, porque son personas, la mayoría de las veces vienen de zonas humildes y conocen las necesidades del pueblo.
Ser agrónomo es un privilegio que muy pocos nos damos el gusto de serlo, un agrónomo es pilar fundamental en la agricultura, generamos bienestar, alimentos, riquezas para los productores y sus familias, por desgracia también se ha perdido el respeto a nuestra profesión, en el sentido de que nos faltan fuentes de empleo, pero sobre todo nos falta gente que crea y apueste en nuestros proyectos; ser agrónomo en el campo laboral muchas veces es ser “desempleado”, ¿pero saben qué es lo maravilloso de esta profesión? Que podemos crear nuestra propia riqueza sin necesidad de ser empleados, somos capaces de producir en poco terreno riquezas ilimitadas.
Por eso colegas míos y estudiantes, si te dicen que ser agrónomo es estar destinado al desempleo, no hagas caso, siéntete orgulloso de lo que eres, siéntete orgulloso de que eres capaz de hacer germinar una semilla y no sólo eso de hacer producir un gran fruto, eso es lo más increíble y maravilloso que un agrónomo es capaz de hacer, podemos generar cultivos alternativos, gestionar infinidad de proyectos, ser grandes empresarios si así nos lo proponemos.
¡Sí! Un agrónomo no nació para ser empleado, nacimos para crear oportunidades, tenemos un abanico inmenso para aprovechar, debemos cultivarnos en el arte de ser emprendedores, no esperar a ser contratados mejor hay que contratar, no digo que ser empleado sea malo, es bueno y a veces es necesario y si tu trabajo te gusta, ¡magnífico! Pero tenemos un potencial increíble que tenemos que detonar y así impactar a nuestro sistema agropecuario de manera positiva.
Colegas agrónomos los felicito y admiro porque a pesar de las dificultades no nos rajamos, amamos el campo, porque el campo es nuestra vida, de la tierra venimos, de ahí comemos y ahí regresaremos.
Y dice un dicho popular: “Agrónomo que no chupa, surco que no produce”.
¡Muchas felicidades hoy en nuestro día y salud..!
Atte: Beto el Ingeniero Agrónomo…
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