La historia de la humanidad está llena de anécdotas sobre el clamor hacia una intervención divina en aquellos casos donde las calamidades provocadas por los mismos hombres no llegan a su fin. Así, desde la antigüedad, líderes y gobernantes han solicitado públicamente el auxilio de los dioses para apaciguar guerras, detener conjuras, superar pobrezas y hasta acabar con los enemigos. Las ciudades, plazas, templos, fechas y festividades han sido dedicados a los seres divinos a cambio de la ayuda suplicada.
Ahora en México, la alcaldesa de Monterrey, Nuevo León, Margarita Arellanes entregó simbólicamente la ciudad a Dios y lo invistió como “autoridad superior” para tratar de calmar la ola de violencia generada por el crimen organizado. Este “acto de fe”, como lo llamarían los creyentes, lo han repetido otros alcaldes del país con el fin de poner fin al baño de sangre que registran sus terruños. Sin embargo, es un engañoso simbolismo que poco tiene que ver con el fervor religioso y sí mucho con el fracaso gubernamental para poner orden y aplicar la ley.
Tanto psicólogos como estudiosos del quehacer político lo explican sencillamente: se recurre a las divinidades a lo abstracto- para transferirles las responsabilidades que ellos tienen. Piden a los dioses que recojan el tiradero que los hombres han hecho. De ahí que si continúan los secuestros, asaltos y asesinatos en Monterrey, ¿la culpa será de Jesucristo?, ¿se comprobará que no escuchó a la devota alcaldesa para que mandara rayos y centellas contra los malosos? Es más fácil culpar a lo intangible que reconocer fallas propias.
En términos llanos, se pide acabar con los delincuentes pero no se hace nada para acabar con los funcionarios, alcaldes, jueces, agentes ministeriales y policías que son cómplices de los mismos. Los funcionarios llaman a Dios para que extienda su santa paz pero no dejan de robarse el dinero del pueblo ni detienen la corrupción que permite la cohabitación con los que tienen a las ciudades y pueblos en la desolación. ¿Dios los escuchará? Viniendo de ellos, es muy difícil, desafortunadamente para los pobladores que pagan las consecuencias de la complicidad entre autoridades y criminales.
EL MUNDO MATRACA
La curiosidad está matando a muchos que tras conocer la renuncia del regidor Jorge San Martín a la presidencia del Casino Español se mueren por saber si se concretó la exigencia de colocar bacinicas de oro para todos los “pura sangre” -¿o será sangre gorda”- que participan en ese club social y que por ser descendientes directos de inmigrantes españoles no debían mezclar sus heces con las de los mestizos, según lo expresó el mismo San Martín en una quejumbrosa carta. La mejor manera de salir de la incertidumbre es ingresar al Casino Español para inspeccionar los sanitarios y comprobar si en los cuatro años que estuvo al frente del mismo se dio tiempo para instalar las tazas y mingitorios Very Important People (VIP).
Así se acabarán especulaciones y saciarán morbo, ¿no creen? Vaya que los cordobeses pierden el tiempo en estas nimiedades aunque estás dan pie a charlas de traspatio como sucedió ayer mismo en una conocida cafetería donde se acordaban de la anécdota de los baños especiales de San Martín. Algunos recitaron, con dedicatoria al regidor de sangre azul, aquel refrán sobre la igualdad que existe en todos los seres vivos, humanos y animales, a la hora de ir al baño. Todos hacen lo mismo aunque se digan de castas superiores.
“En este mundo matraca/ de cagar nadie se escapa./ Caga el buey y caga la vaca/ caga el rey, el obrero y el Papa, / y hasta la muchacha más guapa/ deposita su bolita de caca”. Ojo. No se ofende a los pudorosos lectores con las palabras utilizadas en el texto pues así es el dicho, los términos así aparecen en el diccionario y así también, se lo recitaron al señor San Martín en las tertulias en su honor que se armaron en Los Portales. Ah y también dijeron que todo lo que van a depositar a los sanitarios tiene el mismo olor pestilente sean nobles o plebeyos. Tan tan.
MONEDAS DE CAMBIO
Los díceres que pululan en la capital del país sobre el futuro electoral de Veracruz han calado en más de uno que los escucha. Las especulaciones tienen como punto central las negociaciones que los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) hicieron con la Presidencia de la República para mantener el Pacto por México que es el acuerdo estrella de la administración del copetón Enrique Peña Nieto. Así, en el altiplano se mastica insistentemente que hay tres “monedas de cambio” del peñanietismo con esos partidos.
Una de ellas es Baja California, la entidad que más apetito despierta pues allí se renovará la gubernatura, a diferencia de los otros 14 estados que celebrarán comicios para renovar legislaturas locales y alcaldías. Sobre ese estado, la versión es que en las negociaciones de Peña Nieto con los panistas y perredistas está detener el manotazo que se planeaba para que el Revolucionario Institucional recuperara esa entidad después de dos décadas de predominio panista. Con ello, el abanderado de la coalición “Unidos por Baja California” que conforman el PAN, PRD y Nueva Alianza, se quedaría con el triunfo pues la orden es bajar el nivel y el apoyo al priista Fernando Castro Trenti, candidato de la alianza “Compromiso por Baja California”, integrada por el PRI, PVEM y PT.
El PRI nacional y el Gobierno federal dejarán perder a Castro Trenti no paran porque los observadores afirman que Peña Nieto no se arriesgaría a una revuelta poselectoral en ese estado norteño, que pueda romper el Pacto por México y aconsejado por el más innombrable de los innombrables, Carlos Salinas de Gortari, recurrió a las llamadas “concertasesiones” que fueron famosas durante el salinato, que consisten en otorgar concesiones políticas y gobierno local a los opositores a cambio de apoyo a la administración federal. La mesa está puesta y se llama Pacto por México, pues.
De concretarse el vaticinio bajacaliforniano también la suerte de Héctor Yunes Landa se turnaría más negra -¿alguien se acuerda de él?, para los que lo han olvidado, el señor todavía es senador por Veracruz pero está alejado del espectro político estatal porque fue mandado de delegado a Baja California- La proyección que Yunes Landa esperaba con un triunfo priista en aquella entidad podría terminar valiendo lo mismo que una bolsa de cacahuates en la feria de Tepetongo para elegir a “La flor más bella del ejido”. Es parte del karma que lo persigue.
El segundo estado que estaría sujeto a la “concertasesión” es Veracruz, aún a pesar de tener el tercer padrón de votantes más grande del país. Tras el escándalo que casi tira el Pacto por México, es decir, los videos sobre los mapaches reunidos en Boca del Río, desde la capital del país decidieron dar un escarmiento al priismo local y no faltan pues hasta el momento la dirigencia nacional del tricolor ha dejado a su suerte a la dirigencia estatal y a los candidatos. No hay un apoyo contundente y ni siquiera mediático a ellos. Las declaraciones del líder César Camacho Quiroz sobre el proceso electoral de Veracruz han sido débiles, retóricas y ambiguas.
No hace falta ser un experto en el discurso político para notar que el mexiquense habla con generalidades y lugares comunes al referirse a la entidad y a sus candidatos, lo que hace suponer que son certeras las versiones del sacrificio del duartismo en el altar del Pacto por México. Los que se pasean en los corredores de la política nacional dicen que dejó desconsolados a muchos priistas veracruzanos el mensaje de Camacho Quiroz pronunciado en Oaxaca el pasado 7 de junio cuando acudió a apoyar a los candidatos a diputados locales y concejales del tricolor. En la entidad vecina a Veracruz aseguró que el PRI “no quiere vencer sino convencer”. ¿No vencer en las elecciones y convencer a la oposición de seguir en pacto con Peña Nieto?
Al parecer los priistas veracruzanos están solos en la justa. No hay líder nacional que salga a responder los señalamientos del panista Gustavo Madero ni del perredista Jesús Zambrano sobre las cochinadas del gobierno estatal. No hay funcionario federal que alce la voz en defensa de los mismos, y por lo que se entiende, tampoco habrá una defensa poselectoral después del 7 de julio. A esto se adiciona que la llave de los recursos federales está semi-cerrada y hay la advertencia de que todo mapache que sea atrapado en el delito será abandonado a su suerte.
La tercera entidad en este rejuego es Quintana Roo, donde gobierna Roberto Borge Angulo, señalado de arriesgar el Pacto por México por el escandaloso uso de recursos estatales para favorecer a los candidatos priistas para los diez ayuntamientos y 15 diputados locales. Recientemente los tribunales le acaban de “tumbar” parte de la estrategia para aplicar el “turismo electoral” pues invalidaron mas de mil nuevos registros de electores provenientes de Yucatán que sufragaría por el PRI, además tiene denuncias documentadas que resuenan a nivel nacional. Son los tres estados que tendrían derrotas priistas negociadas desde Los Pinos. Hagan las apuestas sobre si se cumplen o no los presagios.