CDMX.- El Gobierno de México adquirió un programa de espionaje, desarrollado por la firma israelí NSO Group no por razones de seguridad o combate a la delincuencia, sino con fines comerciales y en contra de un funcionario y dos defensores de la salud, así lo reveló un informe del Citizen Lab de la Facultad Munk de Asuntos Internacionales de la Universidad de Toronto.
El espionaje, dice el Citizen Lab, se dio entre abril y agosto del año pasado, cuando los defensores de la salud pública y algunos funcionarios señalaron que la epidemia de obesidad y diabetes a causa del consumo de bebidas azucaradas se había incrementado gracias a que las refresqueras gastaban millones de pesos, con la permisividad del Gobierno, en estudios científicos para evadir su responsabilidad en estas enfermedades.
Este caso sugiere que las herramientas de espionaje exclusivo, a las que sólo el Gobierno puede tener acceso, son utilizadas por una entidad gubernamental en nombre de intereses comerciales, y no por razones de seguridad nacional o la lucha contra la delincuencia”, resalta el informe. La investigación revela que las víctimas de este espionaje son: Simón Barquera, director del área de investigación en políticas y programas de nutrición y salud del Instituto Nacional de Salud Pública; Luis Manuel Encarnación, exdirector de Fundación Mídete; y Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor. Estos individuos no son criminales ni terroristas, sino personas que apoyan una medida de salud pública en México.
Barquera, Encarnación y Calvillo, recibieron enlaces maliciosos vía SMS mientras hacían campaña a favor del aumento al impuesto al refresco, mejorar el etiquetado de bebidas y aumentar la conciencia de los riesgos para la salud asociados con las bebidas azucaradas.