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Se rompieron 30 récords de la NFL

Superiberia

POR: CATÓN/Columnista

Me gusta mucho el fútbol americano.

Es el tercer juego que me gusta más. (El segundo es el béisbol). Me aficioné al deporte de las tacleadas –inédita locución- cuando estuve en la Universidad de Indiana, en Bloomington, y viví la emoción de seguir al equipo de los Hoosiers en su camino hacia el Rose Bowl.

Por eso disfruté a plenitud el trepidante encuentro del domingo pasado entre los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Halcones de Atlanta. Por muchos motivos ese partido merece el título de histórico. Es el primer Súper Tazón que se decide en tiempo extra, y en él se rompieron o empataron 30 récords de la NFL.

Lo que más me entusiasmó, sin embargo, fue ver a los Patriotas ganar el juego después de irlo perdiendo, hasta bien entrado el tercer cuarto, por 25 puntos. De eso derivé una enseñanza: en ninguna circunstancia de la vida –un fracaso, una enfermedad, algún problema grave- debes darte por vencido.

Hay que saber esperar contra toda esperanza. En este caso esperar no significa aguardar a que pase algo. Significa tener esperanza, creer firmemente que lo que se desea habrá de suceder. Implica también nunca dejar de luchar por conseguir lo que anhelamos.

Ese juego fue lección de vida para mí. Me propongo ponerla en práctica antes del siguiente Súper Bowl… El nefario chascarrillo que ahora sigue no recibió el Nihil Obstat o autorización de doña Tebaida Tridua, presidenta ad vitam interina de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, Aun así lo narraré… El niñito fue con su papá a la granja de don Poseidón y vio ahí unos conejos en su jaula. Le preguntó al granjero: “¿Cómo se cogen los conejos?”.

“Bueno –explicó el viejo-, el conejo se le sube a la coneja y…”. “No, no –lo interrumpió, azarado, el padre del pequeño-. Mi hijo quiere saber cómo se cazan”. Replicó don Poseidón: “Los conejos no necesitan casarse. Simplemente se le suben a la coneja”… FIN.

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