REGIÓN.- Los programas preventivos de la Secretaría de Salud y del IMSS en escuelas rurales de la región no han frenado los embarazos no planeados entre adolescentes, ya que estos incrementaron a 55 nuevos casos anuales en 2016, es decir, un 15 por ciento más, en comparación con 48 que se registraban de 2012 al 2015.
El supervisor de Educación Indígena del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en la zona de las Altas Montañas, Ramiro González Salvador, señaló que el problema persiste en localidades de Ciudad Mendoza como Necoxtla y Ocotla, al igual que en Soledad Atzompa, Tlaquilpa y Xoxocotla, en donde tiene injerencia como trabajador rural.
Consideró que las jornadas que imparte el Sector Salud en los planteles educativos y en las unidades de salud, han sido insuficientes para disminuir el alto índice de jovencitas que desde temprana edad, incluso a partir de los 10 años, inician su vida sexual de forma irresponsable y con el riesgo de quedar embarazadas.
Refirió que con pláticas sobre salud sexual responsable no basta en las localidades en donde los jóvenes ya saben cómo protegerse y qué métodos utilizar para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual, ya que el verdadero problema es que no tienen dinero para adquirirlos.
“Tras mi experiencia con los adolescentes y jóvenes de la zona rural, yo veo que el Sector Salud no invierte lo suficiente en la salud de los jóvenes, y esto lo vemos porque en las clínicas hay cartelones y un sinfín de pláticas que promueven el uso del condón, por ejemplo, pero el joven no necesita que le digan lo que ya sabe, lo que necesita son los medios que le permitan desarrollar una vida sexual responsable”, expresó.
González Hernández, enfatizó que pese a que el embarazo durante la adolescencia entre los 10 y 19 años es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de alto riesgo, por las repercusiones que tiene sobre la lozanía de las mujeres, el Sector Salud no invierte lo suficiente en estrategias públicas para la prevención de nuevos casos.
“La falta de atención, en este sentido en las zonas rurales, se debe a que el mismo sistema considera como normal los embarazos a temprana edad por los usos y costumbres, a lo mucho crean programas de asistencia social como Prospera, en donde tal pareciera que a la mujer que tiene más hijos le otorgan mayores recursos, aunque el desarrollo de las localidades sea frenado y no avance”, puntualizó.