El grupo automotriz Fiat Chrysler Automobiles (FCA) anunció que invertirá 1,000 millones de dólares en dos de sus plantas de Estados Unidos, con la creación de 2,000 nuevos empleos, como parte de un plan de modernización que fue anunciado hace un año.
Parte de dicho programa permitirá al grupo estadounidense habilitar una de sus plantas para que pueda fabricar uno de los modelos que actualmente es montado en México.
“El beneficio adicional de la inversión en Warren (Michigan) es que permitirá a la planta producir la camioneta ‘pickup’ de trabajos pesados Ram, que se produce actualmente en México“, agrega el comunicado oficial.
Aunque la nota no precisa si la intención de Fiat Chrysler es terminar reemplazando la producción de la camioneta Ram que se hace en México o si en el futuro ese modelo se fabricará en los dos países, la firma anunció que la inversión será dedicada para modernizar una planta del estado de Michigan, para fabricar nuevas versiones de sus vehículos Jeep Wagoneer y Gran Wagoneer, y otra del estado de Ohio de donde saldrá un nuevo modelo del “pickup” de la marca Jeep.
Por su parte, la compañía sueca Volvo, informó que planea exportar la mitad de la producción de su futura planta en Estados Unidos. La fabrica estará en Charleston, Carolina del Sur, y en 2018 comenzará producir la nueva generación de la berlina mediana S60, informó.
La estrategia para esa planta fue trazada en 2014, dijo y eso significa que en los hechos es anterior al empuje del presidente electo Donald Trump por lograr que dejen de venderse en Estados Unidos autos hechos en México en desmedro de la producción y el empleo doméstico.
“México es muy atractivo“, afirmó pero apuntó que la diferencia clave es “Estados Unidos es el mayor de los mercados y México no lo es”, dijo el presidente de la empresa Hakan Samuelsson.
Volvo vendió en 2016 la cifra récord de 534.000 unidades y 83.000 de ellas en Estados Unidos.
“Necesitamos estar más cerca de nuestros clientes. Tenemos que entenderlos si queremos crecer“, comentó.
La opción de Volvo por Estados Unidos es ratificada en momentos en que Trump presiona a los constructores a que fabriquen en Estados Unidos los autos que venden en ese mercado.