Fortín.- Más de un centenar de habitantes de Tetelcingo y otras comunidades del municipio de Coscomatepec, bloquearon ayer la caseta de peaje número 45 de Fortín, ubicada en el kilómetro 286 de la autopista Veracruz-México, en protesta por el incremento al precio de la gasolina.
Desde antes del mediodía, procedentes de lugares como Tetelcingo, Potrerillo y Aserradero, entre otros, empezaron a llegar grupos de hombres, jóvenes y adultos, muchos de ellos encapuchados y portando palos.
Al mismo tiempo, arribó un contingente de más de 100 elementos antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), elementos de la Policía Federal, además de personal de Caminos y Puentes Federales (Capufe), quienes dialogaron con los inconformes, pero se negaron a retirarse.
Portando palos y machetes, y algunos con pancartas con leyendas de: “Ya estamos hasta la… de aumentos a la gasolina”, los civiles invadieron los ocho carriles de la autopista y empezaron a dejar pasar a los automovilistas, pidiéndoles su cooperación.
El enojo de los manifestantes se tradujo en agresiones para quienes se negaban a cooperar y en respuesta recibieron golpes en sus unidades.
“Párate hijo de… no te vas a ir”, les decían y les pegaban de manotazos en el cofre a los traileros.
“Viene gente de muchas comunidades a bloquear la caseta porque el Gobierno subió la gasolina; está muy molesta y si no nos hacen caso vamos a quemar la caseta de peaje”, dijo uno de los participantes, con aspecto de campesino.
La euforia provocó que un grupo de manifestantes arremetiera contra dos empleados de Capufe, sacando a uno de ellos a empellones, lo que hizo replegarse a otros trabajadores y a los representantes de la prensa, a quienes amenazaron con despojar de cámaras y grabadoras, si continuaban tomando fotos o grabando.
Fue después de las 15:00 horas, cuando la turba bloqueó los ocho carriles, dejando pasar vehículos de manera intermitente, obstruyendo el paso con “fantasmas” y un módulo móvil de cobro, que atravesaron frente a los vehículos, provocando caos vial a lo largo de más de 10 kilómetros, en ambos sentidos de la autopista.
En el sitio estuvo personal de la oficina de Política Regional, pero a pesar de intentar dialogar con los manifestantes no lograron disolver a la turba.