POR: Andrés Timoteo/ columnista
Los malos de la película siguen indemnes. Ha pasado un mes y cuatro días de que se instaló la alternancia en Palacio de Gobierno y los que están ‘pagando los platos rotos’ del latrocinio de la fidelidad son los burócratas despedidos en tropel, como si ellos se hubieran robado las carretadas de dinero y acumulado fortunas ofensivas. El argumento para echarlos groseramente a la calle es que son ‘aviadores’, o recomendados, o compadres, o queridos, o simplemente afines al régimen pasado.
Se incumplió la promesa de que no habría despidos masivos pues miles están en las calles mientras los verdaderos ladrones siguen intocados. El exGobernador y los demás ilógicamente no localizados, además de que sus cómplices están amparados o con fuero en curules Federales y Estatales, y hasta se dan el lujo de pasearse por los merenderos políticos, sin que nadie los toque. Ni un sólo ladrón en la cárcel ni desaforado. Segunda promesa incumplida del gobernante en turno.
Corre ya su segundo mes de gestión y sigue con el discurso justiciero que muchos ya comenzaron a descreer. Dijo también que no endeudaría al Estado pues los veracruzanos ya no soportarían una carga más sobre sus espaldas pero acaba de solicitar ante el Congreso Local la autorización para nuevos créditos bancarios. Ya se habla de hasta 7 mil millones que cargaría a los pasivos estatales. Tercera promesa incumplida en sólo un mes.
Los veracruzanos –y la opinión pública nacional- repudió esa expresión indolente del exGobernador cuando aseguró que en la entidad solo se robaban “frutsis y pingüinos” y ahora el gobernante de la alternancia saca su propia perla: “solo se roban Coca-colas”. Mimetismo inesperado que retumba en la cara de todos los agraviados por la inseguridad.
Y las semejanzas se tornan más peligrosas. La noche de Fin de Año en la zona de bares del Centro histórico porteño, conocida como Los Portales, el gobernante departió con amigos, familiares y colaboradores, buscando el ‘baño de pueblo’ en un populismo fideliano más que ramplón. Sólo le faltó regalar billetes de Lotería para completar ese viejo cuadro que tanto indignaba a todos. La diferencia en las formas, la cuarta promesa incumplida.
También se habla de austeridad pero basta ver a los nuevos integrantes del gabinete estatal –los de primer nivel y funcionarios medios- viajando en camionetas de lujo, con un séquito de colaboradores y también con escoltas de la Secretaría de Seguridad Pública para cuidarlos. Por cierto, uno de ellos, de primer nivel, pagó recientemente más de 20 mil pesos en una sobremesa en conocido restaurante xalapeño. Lo que más cargó la cuenta fueron las botellas de vino importado y los jamones españoles.
¿Alguien cree que lo pagó de su bolsillo? Nadie, la factura salió a nombre de la Administración Pública, cuentan los empleados del local. El funcionario estaba festejando el cambio de Gobierno y las fiestas de fin de año. “¡Ya la hicimos, de aquí nadie nos para hasta el 2024 por lo menos!”, vociferaba al chocar las copas. ¿Lo sabrá el gobernante en turno? Aparentemente sí pues el escandaloso comensal habló con él por teléfono o al menos lo fingió.
Eso mientras cientos de trabajadores no cenaron en Navidad ante la incertidumbre de quedarse sin empleo, lo que se cumplió una semana después. La austeridad yunista parece un mito genial y es la quinta promesa que se perfila incumplida. Así, la inercia puede y se impone. En el nuevo Gobierno hay un afán por desandar el camino que tanto les costó para ganarse la confianza popular.
Ya desde ahora tienen varios cientos –dicen que serán miles- de familias de trabajadores despedidos que votarán en contra del panismo en las elecciones venideras. Las forma en que los echaron a la calle y el número de ellos tendrá su costo político porque fue una rudeza innecesaria culparlos del desastre financiero cuando los verdaderos responsables deambulan sin conflictos por ahí o están escondidos sin que se les busque.
GOBERNANDO
EL VACÍO
La tradición cada inicio de año es hacer propósitos para mejorar las condiciones de vida, o al menos las del espíritu, y un magnifico proyecto para este 2017 es leer para honrar lo que dijo aquel anciano bengalí que vivió casi toda su vida en un claustro: cuando leo, viajo y cuando viajo, aprendo, y cuando aprendo, valoro, y cuando sé el valor de las cosas y de los seres, los cuido, y cuando los cuido es que los amo, y cuando amo, entonces vivo y soy feliz.
Una lectura excelente para este año que será de mucha actividad político-electoral en Veracruz es el libro “Gobernando el vacío”, del recién desaparecido politólogo irlandés Peter Mair –falleció en el 2011- uno de los estudiosos del quehacer político más respetados del planeta. Es más, la obra es obligatoria para todos los dedicados a la política y a su cobertura pues es una minuciosa radiografía de que lo sucede con las formas de Gobierno y los tipos de representación popular.
Según Mair, la era de los partidos ha concluido y ahora comienza una nueva etapa donde las organizaciones políticas tendrán que reorganizarse y reinventarse para sobrevivir. Los partidos políticos que desde hace más de dos siglos eran el pilar de la democracia electiva, están en una crisis galopante porque se desconectaron del electorado y el futuro para la mayoría de ellos es la extinción paulatina.
El templete político actual está plagado de “partidos de cártel” pues son casi todos iguales, ya no se les puede diferenciar ideológicamente. Sin diferencias ideológicas, ya nada les impide coaligarse electoralmente ya que buscan lo mismo con el mismo pragmatismo: ganar cargos y no cambiar las estructuras. Así no sólo se burocratizaron si no que se volvieron élites y las élites siempre son rechazadas por las bases, plantea el autor.
Para sobrevivir, los partidos no dependen de su militancia sino del Estado, que los costea con dinero público y además se sostienen con clientelismo cuando son Gobierno, pero el déficit de legitimidad sigue creciendo y su permanencia es casi artificial. A la par, Mair expone que de ahí el desencanto ciudadano mostrado en llamados a boicotear elecciones, al voto nulo o en blanco, y el surgimiento de candidatos independientes, tratando de alejarlos del “beso del diablo” que significa estar abanderado por un partido.
Entonces, ¿por qué los seguimos manteniendo (a los partidos) si tanto nos desagradan?, cuestiona el politólogo y ahí está la madeja a seguir. El sistema está agotado porque no sólo los partidos políticos dejaron de representar al pueblo sino que además el pueblo ya está enterado –lo sufre ‘en carne propia’- que actualmente no hay compatibilidad entre popularidad y eficacia representativa. . Es decir, los partidos tradicionales y las coaliciones entre ellos generan lo mismo: candidatos, tal vez populares o ganadores, pero malos gobernantes. Y el hartazgo crece.
El libro de Peter Mair ofrece herramientas para entender lo que sucede en Veracruz, donde llegó un gobernante abanderado por una alianza que años atrás era impensable: la derecha tradicional, el PAN, con el que representó a la izquierda, el PRD. Ambos partidos borraron sus fronteras ideológicas para coaligarse y esa unión fue exitosa, al menos en lo electoral pues se alzaron con el triunfo el pasado 5 de junio. Hoy que están en el poder se verá si es compatible con la eficacia, es decir, si hacen un buen gobierno o fue un salto al vacío votar por esa alianza de partidos tan desiguales. No sólo es el candidato sino la estructura partidista que lo acompaña, sostiene Mair.
PROHIBIDA,
LA NALGADA
Francia estrena nuevas Leyes, muchas parecen banales pero no dejan de ser destacables. Por ejemplo, desde el 22 de diciembre pasado entraron en vigor las reformas a la Ley de Igualdad y Ciudadanía que prohíbe a los padres de familia castigos correctivos a sus hijos cuando éstos sean corporales. Es decir, no más nalgadas ni pellizcos ni jalones de cabello ni zapes. El papá o mamá que lo haga, podría terminar con multas o en la cárcel.
Así, ya son 60 países en el mundo que prohíben las nalgadas a los hijos malcriados o berrinchudos. Cincuenta están en Europa mientras que en América Latina hay leyes similares en Uruguay, Venezuela, Costa Rica, Honduras y Argentina. En México las tundas y los chanclazos siguen siendo legales. Padres, dense gusto.
También en Francia se estrenó el “derecho a la desconexión” dentro de las reformas el controvertido código del trabajo, también llamado Ley El Khomri, adoptada por decreto gubernamental en julio del 2016, y la importancia radica que todas las empresas con una plantilla superior a los 50 trabajadores están obligadas a delimitar los horarios de conexión a internet móvil para que el personal descanse del mundo virtual.
Lo que se busca es reducir el tiempo en que las personas permanecen atadas al teléfono celular, metidas en las redes sociales o revisando sus correos electrónicos, lo que les resta no sólo tiempo para ser eficaces en sus trabajos sino también en sus vida personal y familiar.
Finalmente, la tercera norma que entra en vigor en ese año, es el desmantelamiento del llamado secreto bancario para los países de la Comunidad Europea, pues desde el primero de enero todos los bancos están obligados a crear expedientes de sus clientes, especialmente de intereses y dividendos ganados, ingresos por ciertos contratos de seguros, saldos de cuentas y ganancias por la venta de activos financieros, para entregarlos a partir del primero de enero del 2018 a cualquier instancia gubernamental o bancaria nacional y extranjera que los solicite.
Con eso se desmontará la opacidad en el manejo de los dineros que se depositan en bancos europeos, muchos de ellos en países considerados como “paraísos fiscales” tales como Suiza, Andorra, Luxemburgo o Liechtenstein. Uno de los lugares más famosos para guardar fortunas mal habidas es Suiza, y ahí las autoridades decidieron mantener el secreto bancario pero sólo para los ciudadanos suizos, no los extranjeros.
A nivel local las expectativas con la disposición legal son, primero, sí en el 2018 se sabrá cuánto tiene el ex Gobernador o el innombrable en bancos europeos de lo que se robaron de Veracruz, y en segundo lugar, sí alguno de ellos buscara nacionalizarse en Suiza para conservar el secreto de esos dineros. Bueno, al menos lo que se sabe es que uno ya tiene nacionalidad española, adquirida por sus millonarias inversiones inmobiliarias en ese país –claro, no con dinero propio sino ajeno, el de los veracruzanos-.