Orizaba.- La Diócesis de Orizaba no ha respondido a la solicitud del Ayuntamiento para realizar un censo del patrimonio con el que cuentan ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a fin de protegerlo, reconoció el director de Desarrollo Humano, Igor Fidel Rojí López.
Explicó que en el marco de la inauguración del Museo Religioso San Antonio, el 23 de marzo del presente año, se le entregó al obispo Francisco Eduardo Cervantes Merino, el Manual de Prevención de Robo en Recintos Religiosos, mismo que edita el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), sin embargo, a la fecha desconocen cómo va el avance.
“Le entregamos un formato y un manual que está hecho por el INBA, INAH, Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural y por la Secretaría de Cultura, en donde se les solicita a las Iglesias que hagan un inventario de los bienes artísticos o culturales que tiene cada una, creo que lo están trabajando”, reveló.
Consideró que esto ocurre a pesar de que se trata de un tema muy importante para la Iglesia, porque en el mismo se abordan pasos de cómo evaluar el inmueble, medios electrónicos de protección, preparación para las emergencias, qué hacer si ocurre un robo, ficha para la identificación y registro del bien cultural, medidas preventivas para evitar el robo en recintos religiosos, entre otros.
“A fin de cuentas, se trata del patrimonio que tienen las parroquias y que también es de suma importancia para los católicos, porque son figuras respetadas, y no nada más es un bien cultural o una pieza artística”, resaltó.
Explicó que el formato que se les entregó es una ficha para identificación y registro de bienes culturales, en donde se tiene la responsabilidad de detallar cada uno de los objetos con los que cuentan, desde la pieza, el autor, las dimensiones, el propietario o el custodio “para poder cuidarlas”.
Indicó que la preocupación del Ayuntamiento parte del nombramiento de Pueblo Mágico, en donde contemplan las 14 iglesias coloniales, “es conocido que ha habido muchos robos en algunas iglesias y no nada más en Orizaba, prácticamente se da en todo el País y obviamente hay un gran mercado negro del patrimonio religioso, en donde circulan todas estas piezas a grandes precios”.
Por lo que a pesar de manifestar que son respetuosos de la organización de la Iglesia Católica, opinó que esto es cuestión de orden, por lo que se debería conocer el inventario de los bienes que reciben los sacerdotes, en los cambios internos, de lo que tienen en custodia cada uno de los presbíteros.
