Manila.- Al menos cinco personas murieron y más de 380 mil tuvieron que ser trasladadas a albergues a causa del paso del tifón Nock-Ten por Filipinas, informó ayer la Policía.
En muchas áreas de Filipinas quedó cortado el suministro eléctrico debido a que las rachas de viento destruyeron líneas de alta tensión.
Muchas carreteras quedaron intransitables por deslizamientos de tierra y la caída de árboles. Según la Policía filipina, tres personas murieron en la provincia de Albay. Una mujer de 57 años falleció en la noche del domingo aplastada por un muro de su casa y una pareja mayor se ahogó en la mañana del lunes en un río. En el municipio de Mulanay, en la provincia de Quezón, un hombre murió por la caída de una palmera cuando intentaba poner a salvo a su familia, informó el gobernador de la provincia, David Suárez.
La última víctima es un hombre que fue electrocutado al tocar un cable de baja tensión de una farola, también en Quezón. “Nock-Ten” tocó tierra en varias regiones de Filipinas entre la noche del domingo y la tarde del lunes (hora local), informó el Servicio Meteorológico Filipino.
El tifón azotó el domingo la localidad de Bato, en la provincia de Catanduanes, con rachas de hasta 225 kilómetros por hora, informaron medios.