Ixhuatlán del Café.- A una semana de la tragedia de la explosión del polvorín clandestino en la colonia Romero, perteneciente a Ixhuatlán, que cobró la vida de cinco personas, las investigaciones continúan lentas por parte de las autoridades correspondientes.
Han transcurrido ocho días en que la tranquilidad de las familias de la colonia Romero degustaban sus alimentos a las 14:00 horas del pasado martes, cuando ocurrió la terrible tragedia.
Aún con un olor a pólvora quemada, el lugar de los hechos luce desolador y sólo permanece acordonado, dejando una marca no sólo de las pérdidas materiales, sino de la vida de dos menores de edad y tres adultos que murieron días después de la explosión.
Las autoridades competentes aún no esclarecen los hechos que pudieron haber producido la explosión dentro del taller de pirotecnia, el lugar ha quedado prácticamente abandonado.
NO DENUNCIAN
Aunque los vecinos del lugar sabían del peligro que vivían al encontrarse cerca de prácticamente una bomba de tiempo, nunca existió una denuncia ante las autoridades por este taller clandestino.
Como éste, existen diversos talleres, bodegas de pólvora y cohetes que operan de manera ilegal en la región, donde en algunos lugares las autoridades reciben una “mochada” para que continúen su trabajo.
Sin embargo, es la Sedena y el Ejército Mexicano, quienes al menos dos veces al año supervisan los polvorines que se encuentran en regla y que operan a más de un kilómetro de la última casa del poblado.
Con este lamentable hecho, las autoridades de Seguridad Pública invitaron a la ciudadanía a reportar este tipo de lugares, de los cuales en caso de un accidente la magnitud del siniestro podría abarcar grandes dimensiones.
Asímismo, elementos de la Policía municipal, al mando del comandante Anastasio Velásquez Morales, implementarán un operativo para la localización de estos talleres que trabajen fuera de la Ley, con la finalidad de evitar más tragedias como la del pasado martes 13.
