Cd. Mendoza.- La desunión y apatía de los grupos de ex-trabajadores de la fábrica de textiles Civsa, impiden su venta, así como de las propiedades a nombre de la compañía, señaló uno de los líderes obreros, José Luis Villanueva León.
En consecuencia, varios de los ex-obreros han fallecido sin disfrutar los derechos laborales que crearon desde hace más de 20 años.
Enfatizó que una de las limitantes para la venta de la fábrica, por una parte son los obreros que se mantienen en el interior de la factoría y que siguen produciendo tela de forma arbitraria, respaldados por la CROM y el sindicato.
Y por otro lado, que los despedidos en 1991 “malbaraten” el terreno de la hidroeléctrica, valuado en 45 millones de pesos y que salga en 17 millones en un juicio de audiencia.
“Necesitamos unirnos para solucionar y no complicar las cosas, por eso es que ya fui a hablar con los compañeros de la fábrica, no queremos que por la apuración y desesperación de tantos años de los compañeros del 91, se vaya a ir a remate la hidroeléctrica y económicamente todos salgamos afectados”, expresó Villanueva León.
A diez años de que estalló la huelga de la fábrica Santa Rosa, resaltó que la división, el surgimiento de grupos y los intereses entre los ex-obreros, son las principales trabas para que se solucione el conflicto laboral que está en turno en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje Número Seis.
“Es lamentable que a una década del proceso legal y a un año de que se logró la adjudicación de la factoría, la desunión es y seguirá siendo el factor que ha impedido la culminación de éste, con la escrituración y la venta de los bienes inmuebles”, apunto el líder obrero.
