Karak.- Diez personas, incluyendo una turista canadiense y dos civiles jordanos, murieron ayer en un ataque perpetrado por hombres armados contra fuerzas policiales en Jordania. El ataque comenzó cuando sujetos armados abrieron fuego contra una patrulla policial en la sureña ciudad de Karak, según un comunicado del Departamento de Seguridad, reproducido por la agencia de noticias Petra.
Después, otros hombres armados irrumpieron en el castillo de Karak, desde donde abrieron fuego contra la Comisaría Central de Policía. De los heridos a consecuencia de estos hechos, incluyendo civiles y policías, cinco murieron mientras recibían atención médica. Sin embargo, el periódico independiente Al Ghat cifró el número de muertes en nueve: cinco policías y cuatro civiles. El diario agregó que los atacantes tomaron además a 14 personas como rehenes dentro del castillo. Fuerzas de seguridad de élite lograron liberar luego a los rehenes.
En la mira del Estado Islámico
Según el Departamento de Seguridad, la operación contra los desconocidos que llevaron a cabo el ataque se alargó. Según la nota, pueden ser cinco o seis y permanecieron atrincherados en la ciudadela de Karak, a unos 120 kilómetros al Sur de la capital de Jordania, Ammán, hasta que fueron abatidos por las Fuerzas de Seguridad.
El primer ministro jordano, Hani al Mulqui, confirmó en la Cámara Baja del Parlamento el fallecimiento de algunos “miembros de las Fuerzas de Seguridad”.
En el mes de junio, Jordania fue blanco de un atentado con coche bomba cerca de la frontera con Siria, en el que fueron asesinados seis soldados. Hasta ahora, Jordania se ha mantenido relativamente estable y no ha sufrido acciones terroristas en comparación con sus países vecinos, aunque está en el punto de mira del grupo yihadista Estado Islámico, por su participación en la coalición militar dirigida por Estados Unidos.
