Córdoba.- El obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal pidió orar por la paz y la justicia de Veracruz y México, así como por los dos menores que el domingo murieron durante una peregrinación en Nogales, al explotar el tanque de gas de una camioneta.
Tras oficiar la misa por la celebración de la Virgen, en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el barrio de La Estación, monseñor bendijo a cientos de niños y niñas vestidos de “inditos”, en alusión a San Juan Diego.
En entrevista posterior a la homilía, dijo que “para todo mexicano es un gran consuelo saber que Cristo nos ama tanto, que nos mandó a su Madre para traernos este mensaje de cercanía y lleno de misericordia, para las familias que pasan distintas situaciones”.
Aseguró que “viendo los ojos de la Virgen de Guadalupe, lo que han estudiado los peritos en la fotografía y la óptica, es cómo se ven, en las dos pupilas de la virgen, a 13 personas, una familia”.
Recordó “el amor que el Papa nos hizo sentir, cuando se quedó contemplando su imagen en silencio, porque quería ver sus ojos misericordiosos”.
El ministro de la Iglesia Católica reflexionó que el objetivo es que “toda familia se sienta en la mirada maternal de María, que nos da consuelo, amor y ternura, pero sobre todo a su hijo en cuyo Evangelio podemos hacer que venga a nuestras vidas, y nos da su confianza como se la dio a Juan Diego, que era su mensajero, que todo mexicano se sienta mensajero de María, y hay que merecerlo con nuestras buenas acciones, nos da también un mensaje de armonía, para que tengamos paz y justicia en Veracruz, en Mexico, y una vida mejor para todos”.
Sobre la desgracia ocurrida la tarde del domingo, durante una peregrinación en Nogales, donde fallecieron dos menores al estallar el tanque de gas de una camioneta, dijo que “oramos, nos unimos solidarizándonos con la triste pérdida de esta familia, que seguramente llora por sus pequeñitos, que el Señor les vaya concediendo fortaleza en estos momentos de prueba”.
Aclaró que “lo que yo pedí el pasado domingo no es que fuera evitada la pirotecnia, sino que fuera bien controlada y austeramente usada, que no se exagere, porque lo más importante de una peregrinación es demostrarle a Dios y la Virgen nuestra fe y nuestra confianza, el rezo del rosario, los cantos, la alegría que expresamos, el hecho de caminar hacia un lugar donde queremos darle gracias a María por lo que se recibe”.
Agregó que “lo otro, es extremar precauciones, porque según los medios de comunicación, era una camioneta con un tanque de gas, eso es un descuido muy grave, hay que extremar precauciones, sobre todo los que manejan estos vehículos.
Y la venta de los cohetes en las fiestas patronales debe ser vigilada, pero sobre todo nunca juntar cosas que sean peligrosas, como la gasolina y el alcohol, como los tanques de gas, que en una procesión es peligroso, y quienes comercian este tipo de producto, el gas doméstico, ya saben que se debe tener muchísimo cuidado, ya sea con quienes trabajan con ellos o con el resto de las personas”, finalizó.
