Córdoba.- Sumidos en la desesperación y angustia por encontrar una pista que los lleve al paradero de sus seres queridos, ayer recorrieron la zona las 41 mujeres integrantes de la Caravana de Madres de Migrantes, provenientes de: El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, entre otras zonas del Sur del País.
MÉXICO, CLAVE PARA UBICACIÓN
Aunque en su mayoría se trata de mujeres que buscan a sus hijos, quienes salieron de sus países de origen en busca del sueño americano, el dolor por su ausencia no distingue género, tal es el caso del nicaragüense Pedro Díaz, quien lleva cuatro años en busca de su hijo, Humberto Díaz Flores.
Con la imagen de Humberto en el pecho, asegura que México es una zona clave para dar con el paradero de su hijo, pues la última vez que tuvo contacto con él se encontraba en la frontera Norte del País, el “pollero” negó haberlo apoyado en su cruce hacia los Estados Unidos.
A decir de Pedro, pese a que mantienen la esperanza por encontrarlo con vida, hay momentos en los cuales el miedo se impone y surgen las interrogantes que lo hacen dudar.
Tras casi cinco años de su salida de Nicaragua, su hijo ya ni lo recuerda, pues apenas tenía cuatro meses de nacido cuando abandonó el País, obligado por las condiciones económicas, pues en una jornada laboral apenas se obtienen 40 pesos por día, que “no sirven para nada”.
“Ellos no se van de sus casas porque sean gente mala, se fueron para buscar trabajo, por eso pedimos y rogamos que la gente nos ayude a encontrarlos”, dijo.
En la misma situación se encuentra Antonia Mariana, quien desde hace seis años está en busca de su hermano, Roberto Agustín, quien salió de Guatemala en el 2010. El último contacto que tuvo con su familia fue cuando les notificó que ya se encontraba en Hidalgo, desde entonces no han vuelto a saber de él.
Aunque se trata de la segunda ocasión en la que Roberto se alejó de su familia, para Mariana ubicarlo es una prioridad, pues ahora que su madre por su avanzada edad tiene serias complicaciones de salud, le prometió que lo encontraría, así tuviera que buscar “hasta por debajo de las piedras”. “Espero que él se comunique conmigo, estoy buscándolo. Es la primera vez que vengo a México, aunque él diga que está solo, estamos buscándolo, mi mamá lo espera y yo le prometí que lo vamos a encontrar”.
UBICAN A 200 DESAPARECIDOS
Pese a las dificultades a las que se enfrentan para lograr la ubicación de un migrante varado en la zona, desde que surgió el Movimiento Migrante Mesoamericano se han logrado ubicar a 265, señaló la integrante de la agrupación, Ana Enamorado.
Según explicó, uno de los principales problemas a los que se enfrentan es que a su paso por México, los migrantes pierden la comunicación con sus familiares, pues en la mayoría de los casos no cuentan con acceso a teléfono o desconocen sus números de casa, ademas de que no saben utilizar el Internet o cualquier otro medio que les permita ponerse en contacto, lo que dificulta su ubicación.
LA ENCUENTRAN EN LA CÁRCEL
De 2015 a 2016, se logró ubicar a por lo menos dos migrantes desaparecidos, una de ellas se detectó recluida en una cárcel en el Estado de Zacatecas, será hasta el próximo 21 de noviembre cuando se logre el acercamiento entre la hija y la madre.
Aunado al seguimiento de las investigaciones, Enamorado destacó que ante la promoción de la Caravana, una persona más se puso en contacto con los organizadores, obteniendo al menos tres reencuentros en este año. Sin embargo, se espera que en los próximos días se logren ubicar a otros migrantes a través de la promoción de las fotografías de los familiares.
Aunque en esta ocasión se modificó parte de la ruta de búsqueda, al cambiar el punto de salida en Chiapas, negó que las condiciones de inseguridad que imperan en el País y en el Estado, hayan interferido en las acciones programadas.
FOSAS, FOCO DE ALERTA
La ubicación de las fosas clandestinas detectadas en la Entidad, representan un foco de alerta para el Consulado de Honduras, al considerar que el 85 por ciento de los migrantes convergen en Veracruz.
Por lo tanto, se teme que entre los cuerpos haya indocumentados que no han sido identificados por sus propias condiciones migratorias y sobre todo por la falta de pruebas de ADN.
Según explicó, el cónsul de Honduras en Veracruz, Raúl Otoniel Morazán, aunque al igual que países como México, existe un programa de Protección Consular, por lo extenso del territorio nacional y veracruzano, es imposible atender a cada uno de los casos, ya que además se tiene que considerar que la ruta migratoria no es permanente, pues los traficantes de personas las alternan constantemente.
En este sentido, reconoció que cuando se sabe de la aparición de una fosa clandestina, siempre se tiene la duda si habrá migrantes entre los cuerpos. No obstante, se mantiene la confianza que mediante las recomendaciones de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y Amnistía Internacional, la seguridad para los migrantes sea más efectiva.
En el caso de las personas no localizadas, insistió que aunque no se tiene una estadística fija que permita determinar cuántos casos de connacionales hondureños se encuentran en estos momentos de-saparecidos, el programa de Protección Consular es muy amplio, pues en este caso, también se brinda atención y apoyo ante accidentes o repatriación de los cuerpos.
Indicó que hay ocasiones en las que por mes se registran hasta seis accidentados por el tren, a quienes se les apoya en la totalidad de los gastos médicos a través de Cruz Roja Internacional.
DEPORTACIÓN MASIVA
Sobre la advertencia que lanzó Donald Trump, para la deportación de migrantes, señaló que se mantiene la confianza en que al existir lazos entre ambos gobiernos, así como entre los Congresistas Demócratas y Republicanos, se reduzca el impacto de lo que pudiera darse con una repatriación masiva.
, sobre todo al considerar
que Honduras, también representa uno de los principales países con población en los Estados Unidos, por lo que es urgente que los gobiernos involucrados tomen en cuenta medidas preventivas, pues aunque siempre ha habido deportaciones, el riesgo actual es sin duda una masiva.
