Orizaba.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia tiene un avance del 100 por ciento en el proceso de limpieza de escombros del exconvento de San José de Gracia, señaló el investigador del INAH, Fernando Miranda Flores.
Recordó que se trata de uno de los exconventos más grande del País, por lo que es importante el paso decisivo que se está realizando para su mantenimiento y recuperación, “por el momento, los dos claustros y la limpieza de escombros”.
Comentó que falta restituir techos y entrepisos, “algo que llevará mucho tiempo”, sin embargo, resaltó que están trabajando en la adecuación para lograr nuevos usos del espacio, tales como diversas actividades de tipo cultural.
Como resultado de estas acciones, recordó que se lograron recuperar vestigios de las etapas constructivas del inmueble, “hallamos vestigios de cerámica y animales que fueron consumidos en el lugar, en partes que se utilizaron para preparar alimentos”.
Indicó que también lograron descubrir, “un sistema hidráulico muy interesante, el convento se abastecía de agua que llegaba a distintos lugares mediante un acueducto que se encontraba en los muros, en estructuras de barro, también hubo un sistema de abastecimiento del agua de lluvia en los puentes y todo eso lo hemos estado registrando”.
Con ello, mencionó que se espera que los trabajos de restauración de la fuente y dos patios estén listos para festejar el primer aniversario de Orizaba como Pueblo Mágico, el 26 y 27 de noviembre, y se realizará en la Plaza Bicentenario, a un costado de esta impresionante infraestructura.
OBRA DEL PUENTE AFECTA MONUMENTO HISTÓRICO
Por su parte, Luis Reyes Trigos, comerciante, explicó que le solicitaron al INAH que intervenga, “por el daño patrimonial que estamos sufriendo como orizabeños en monumentos históricos que se encuentran en el panteón y por todo lo que hay en su interior, lo mismo que la iglesia de Santa Gertrudis, que data de 1800”.
Destacó que esta pieza arquitectónica única, está catalogada como la más importante en la historia de la ciudad, “nosotros desde hace 20 años hemos estado en contra del daño a estos, sobre todo ahora con la construcción del paso a desnivel”.
Comentó que se le hizo saber a la dependencia, “la vibración tan tremenda que provoca la maquinaria que realizan la perforación para la obra y que definitivamente dañará la fachada de la iglesia, de tipo churrigueresco, es muy delicada, está hecha con materiales de aquella época y que son frágiles a este tipo de trabajos”.
Ante esta situación, dijo que los vecinos reportan todo lo que observan y, por ello, el miércoles de esta semana, personal del INAH estuvo verificando la obra, aunque no se acercaron a ellos, sí constataron su presencia en la zona.