Tomatlán.- Basado en el amor a la cultura y la herencia de su padre, Gerardo García González ha adoptado el don del arte plástico, con el cual ha proyectado grandes murales que lo han caracterizado en la región con más de 200 obras únicas.
Originario de Tomatlán, Gerardo García González, conocido entre sus amigos como Don Güero, ha desempeñado este arte desde hace 38 años, realizando grandes obras de pintura.
“Esto me nació con ver los trabajos que realizaba mi papá en representaciones y con el tiempo uno descubre que este trabajo ya lo lleva uno dentro. Ahora lo único que hago es plasmar las cosas en una pintura”, nos explica Don Gerardo, al recordar su infancia.
Con el aprendizaje que traía desde pequeño y la dedicación que invertía en un cuadro de pintura acrílica en sus ratos libres, sus obras de arte las fue invirtiendo en trabajo para poder llevar sustento a su familia y hacerse de más material para ir creciendo.
Sus obras de arte
Entre sus más de 200 obras de arte plástico, Gerardo inmortalizó una de las más vistas y antiguas en el municipio: La Estación del Huatusquito, pintura de más de ocho metros de largo y tres de alto, que se encuentra en el salón social.
Ahí mismo, hace unos años dos grandes pinturas de dos ancianos que dieron apertura al grupo del Insen, se encontraban en el mismo salón, sin embargo, jóvenes que no valoraron el trabajo y que carecen de cultura, las dañaron.
Entre las más destacadas se encuentran: La historia y cultura de Tomatlán, pintura realizada en una de las paredes que asciende al segundo piso del Palacio municipal, así como el escudo que hoy identifica a esta localidad.
Su creencia católica y el amor a la Iglesia, lo llevaron a dejar parte de su arte en un mural de San Juan Bautista y cuadros religiosos que son de un valor incalculable.
Estas obras continúan plasmadas en el municipio, donde otras más, como paisajes en cuadros, se exhiben en casas de particulares, los cuales adquirieron las obras de manera comercial.
Por ello, la visión de sus grandes obras de acrílico y óleo, lo ha puesto como un pintor destacado en el municipio y su participación en exposiciones a nivel regional.
La demanda de este trabajo que en la antigüedad era sumamente bien pagado, actualmente se ha ido devaluando, la fotografía y la tecnología se ha situado lugares arriba de este arte.
“Ahora es poca la gente que me pide una pintura, cuadros o paisajes, sin embargo, las nuevas tendencias me obligan a actualizarme para brindar mejores obras, las cuales vendo para sostener a mi familia”, dijo García González.
Don Gerardo ha continuado su dedicación a su familia, la carpintería, el arte plástico y el servicio a Dios, lo cual le tiene contento y satisfecho por las grandes cosas que ha ido dejando como legado para su pueblo.
