COSOLAPA.- El cuerpo sin vida de José Samuel Altamirano Lozano, alias El Chunquillo (de 42 años de edad al momento de su fallecimiento), fue hallado semienterrado al interior de unos cañaverales pertenecientes al ejido Morelos, la tarde de ayer, luego de haber sido ‘levantado’ la tarde del viernes pasado en Tezonapa.
Luego de tres días de intensa búsqueda, realizada por los familiares del desaparecido, sus restos fueron hallados aproximadamente a 200 metros de un camino de terracería que conduce a Morelos.
Según fuentes cercanas, sólo el brazo se asomaba desde un montículo de tierra localizado al fondo de una brecha entre cañaverales, por lo que de inmediato autoridades estatales arribaron al lugar para tomar conocimiento del trágico suceso.
La zona era custodiada por decenas de familiares, quienes celosamente hacían guardia en la entrada del camino hasta donde se encontraba el cuerpo. Incluso, impidieron que los uniformados se acercaran, presuntamente porque negaron el apoyo a la familia para efectuar las labores de búsqueda.
La agónica espera dio inicio la tarde del viernes, cuando sus familiares hallaron el automóvil en el que el comerciante se desplazaba, un Tsuru blanco con placas de circulación TLM-7829 y rines deportivos. Dicho vehículo se encontraba calcinado al interior de unos cañales en el sitio conocido como rancho La estrella. Al interior se encontraban el celular del hoy finado y otras pertenencias.
Desde ese momento, los deudos se abocaron incansablemente a encontrarlo, tarea que se extendió hasta las comunidades de Omealca, Tierra Blanca y Acatlán, finalizando la tarde de ayer en el lugar ya mencionado.
Fuertes rumores se desataron desde la mañana de ayer, cuando versiones extraoficiales daban a conocer que El Chunquillo había escapado de sus captores y se encontraba en un hospital particular de Córdoba. Sin embargo, dichas versiones no fueron confirmadas.
Alrededor de las 10:20 horas del pasado viernes, fue el último contacto que tuvo con su familia. Más tarde, el comerciante pudo ser ‘levantado’ en Tezonapa y el automóvil llevado hasta el cañal, donde fue rociado con gasolina tras quedar atascado en un charco.
Peritos de Tuxtepec y elementos de la Policía Ministerial arribaron para iniciar con las primeras diligencias en el lugar, guardando un fuerte mutismo sobre el estado del cuerpo. Por dicho motivo, hasta el momento se desconoce la manera en que fue ejecutado y hasta se omitió si éste tenía huellas de tortura o si en dicho sitio se hallaron cartuchos percutidos. No obstante, se pudo saber que al parecer el cuerpo fue enterrado pocas horas antes del hallazgo.
Fue alrededor de las 19:00 horas cuando se ordenó, finalmente, el levantamiento de los restos a cargo de una funeraria tezonapeña, para la realizarle de la necropsia de rigor.
