Huatusco.- Con la participación de más de mil danzantes, el Xantolo 2016 recorrió las principales avenidas de la cabecera municipal. El ballet magisterial Quetzaltohua es el grupo impulsor que desde hace más de seis años ha organizado un espectáculo masivo, ataviado con atuendos que dibujan a la perfección a la cultura mexicana y su alegoría de la muerte.
Las festividades del Día de Muertos en la ciudad han logrado cohesionar al pueblo bajó la mística tradición de la muerte. La dualidad del ser humano se manifiesta en un mágico sincretismo, donde converge lo profano con lo sagrado. Los sones marcan el ritmo y las cuadrillas se mueven sincronizadamente por la calles, cautivando a los espectadores.
En las aceras, las familias compartieron la tradición de los abuelos con sus hijos, se involucran en el maquillaje, la vestimenta; desarrollan todo un concepto que acerca a la convivencia interna de la familia. Un plus de la fiesta que dinamiza la economía local, ya que se consumen distintos materiales.
Huatusco ha consolidado desde los ciudadanos un mosaico atractivo, pero aún falta más. La muestra de altares, los recorridos por el cementerio municipal, desfiles de catrinas y catrines —además de la muestra culinaria que no puede ni debe faltar—.
El tianguis tradicional, ubicado en la explanada Emiliano Zapata, es una plaza donde se oferta todo tipo de utensilios para realizar la ofrenda tradicional —además de otros enseres—. La coronas de papel son otra muestra de que la tradición se niega a morir.
La verbena de Xantolo una tradición del Norte del Estado fue importada por profesores que radican en la ciudad por cuestiones laborales. Los huatusqueños la recibieron con los brazos abiertos y paulatinamente la han hecho propia.