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Javier Duarte: nada salva a su esposa Karime

Superiberia

No sabe Alfonso Ortega que ya está muerto. O quizá sí. Quizá por eso canta, revela cómo son las entrañas de la red de prestanombres de Javier Duarte, el poder de su esposa Karime Macías, el modus operandi del saqueo y el destino del dinero.

Una mano, la de Karime Macías Tubilla, fue clave en el lavado de capitales, hacia dónde canalizar los millones, cómo triangular, cómo encubrir el producto de lo robado.

Precisa, contundente, la orden de Karime: endosar y transmitir a terceros las acciones de las sociedades de responsabilidad limitada, las LLC, tenedoras de las propiedades “a fin de borrar el rastro de las operaciones”.

Amenazado, intimidado, Alfonso Ortega percibió la muerte y por eso habló. Acudió el 12 de octubre a la Procuraduría General de la República y ahí detalló cómo opera la maquinaria de corrupción tejida por el ex gobernador de Veracruz, su familia y sus amigos.

Día crucial, ese 12 de octubre incriminaba a Javier Duarte en el desvío y lavado de capitales sustraídos de las arcas de Veracruz. Es el testimonio de uno de los cómplices. Es la voz de uno de los de adentro.

Ese día, también, Javier Duarte solicitaba licencia al cargo ante el Congreso estatal. Se fue “por amor a Veracruz”, ironizó. O mejor aún, por amor al pellejo, a su libertad, a no pasar el resto de sus días en prisión, su destino manifiesto.

Alfonso Ortega López no es un personaje más. Abogado fiscalista —40 años, presunto arrepentido, “no soy criminal”— es o fue accionista en las “empresas papel” del ex Gobernador y su esposa para la compra de inmuebles en proceso de remate por hipotecas vencidas en Estados Unidos.

Karime Macías le pidió, en diciembre de 2012, que endosara las acciones “en blanco”, que lo hiciera con todas las empresas abiertas en Estados Unidos y usadas para adquirir inmuebles, tiempos compartidos y todo tipo de bienes, incluso los de la compañía que compró el yate Aquariva Super, con valor de 790 mil dólares, unos 15 millones de pesos.

“Ante la PGR —refiere el periódico Reforma—, el prestanombres dijo que esta instrucción se la dio Karime Macías cuando acudieron a un viaje de vacaciones a Aspen, Colorado, donde acompañó a la familia y se hospedaron en el St. Regis Aspen Resort. Ahí Karime Macías le dijo a Alfonso Ortega que ellos ‘querían resguardar sus inversiones y mantenerlas a salvo’ ”.

“Sus inversiones” eran producto del saqueo a Veracruz, seis años robando, refinanciando deuda con jugosas comisiones para el salinismo que así otorgaba protección desde los altos círculos de poder.

Cinco meses antes de acudir a la PGR, en mayo de 2016, Alfonso Ortega se encontró con Javier Duarte. Le confesó sus temores y su decisión de no continuar. Su verdadero papel había sido prestar su nombre para las empresas y bienes del entonces Gobernador priista.

Percibió entonces la ira de Javier Duarte. “Él me jaló del brazo y me dijo que yo estaba metido en esto, que yo estaba involucrado y dijo ‘tú sabes de dónde viene el dinero’ ”.

Ortega López sacó a su familia del País. Se escondió. Dormía en lugares distintos.

Vía terceros, comenzó a recibir amagos, amenazas. Temía lo peor. Y eso lo llevó a confesar su participación ante la PGR.

Lo que dice es crucial. Ortega aparece en el registro de varias sociedades mercantiles de responsabilidad limitada, como es Express Corporated Filing, junto a Moisés Mansur Cysneiros y Iñaki Negrete.

Lo que dice Ortega confirma el hallazgo de Miguel Ángel Yunes Linares, su denuncia del 3 de abril, su revelación un día después, en Coatzacoalcos, cuando al arranque de su campaña por el Gobierno de Veracruz dio a conocer quiénes y cómo conformaban el entramado de corrupción.

Yunes azul enfatizó que en Javier Duarte encarnaba una capacidad infinita para saquear a Veracruz, y con él Moisés Mansur Cysneiros, José Antonio Mansur Beltrán, José Bandín, José Juan Janeiro Rodríguez, Vicente Benítez, Edgar Spinoso, Tarek Abdalá, Adolfo Mota, Gabriel Deantes, Alberto Silva, Jorge Carvallo, sus hermanos y mamá, su esposa, su cuñada Mónica y su concuño José Armando Rodríguez, sus primos políticos, Brenda, Córsica y Jorge Fernando Ramírez Tubilla, sus suegros Tony Macías y Yazmín Tubilla, y decenas de amigos y subalternos.

Ortega toca en por lo menos dos ocasiones el nombre de Karime Macías Tubilla, esposa de Javier Duarte, y dimensiona el poder que tenía dentro de la organización, categorizada por la PGR como una “estructura criminal”.

Su revelación, grabada en un video por la PGR, es reseñada en el diario Reforma. Ahí señala cómo Karime Macías le ordenó trasladarle todas las acciones de las empresas en que figuraba.

Su testimonio es letal. Aporta cifras, hechos, destinos, montos de lo que el clan Duarte-Macías invirtió en Estados Unidos, México y España.

Lo reseña Reforma:

“El Gobernador de Veracruz con licencia, Javier Duarte, adquirió a través de prestanombres unos 30 inmuebles rematados por hipotecas no pagadas en Miami, Florida.

“En un testimonio ante la PGR, cuyo video fue transmitido el domingo (20) en una audiencia judicial, el abogado fiscalista Alfonso Ortega López reveló que, como testaferro de esas compras, transfirió 700 mil dólares a Azerco LLC y Conexa LLC.

“REFORMA detectó que 19 de las propiedades mencionadas por Ortega siguen a nombre de esas sociedades de responsabilidad limitada y tienen un valor comercial de 3.2 millones de dólares.

“El litigante reveló que Duarte compró al menos 2 departamentos en el conjunto Finesterre de Ixtapa-Zihuatanejo, cada uno en 1.5 millones de dólares, además de que pagó 500 mil dólares por acondicionamiento.

“Los 3.5 millones se pagaron a la empresa desarrolladora Ventanas del Arrecife S.A. de C.V., representada por Gustavo Anaya y Miguel González.

“Asimismo, el priista regaló a su esposa, Karime Macías, un anillo de 185 mil dólares y unos aretes de 40 mil dólares, que fueron adquiridos en la joyería Berger de Polanco y pagados por Miguel (Moisés) Mansur Cysneiros, principal prestanombres de Duarte.

“En el caso de las compras en Florida, se trata de casas de clase media en diversas zonas de Miami, algunas cercanas al aeropuerto, cuyo valor comercial conjunto es de 3.2 millones de dólares, según el Registro Público del Condado de Miami-Dade.

“Los inmuebles fueron comprados en paquete a principios de 2013 por otra LLC denominada Rusnam Investments, creada en 2011, cuyos miembros eran el propio Alfonso Ortega, Moisés Mansur y el empresario Iñaki Negrete, quien con otros socios mexicanos administra el fondo de inversión Vulcan Investment Partners en Miami.

“En octubre de 2013, Rusnam vendió a Azerco y Conexa la mayoría de las propiedades, pero se trató de una operación entre partes relacionadas, pues los funcionarios de Azerco y Conexa son Negrete y José Zury Mansur.

“Según registros del Departamento de Estado de Florida, Rusnam fue disuelta en abril de 2014.

“Muchas de las casas habían sido abandonadas por sus dueños luego de la crisis inmobiliaria de 2008, por lo que algunas fueron rematadas por los bancos dueños de las hipotecas.

“Vulcan Investments, que en 2012 apareció en la escena pública para anunciar inversiones millonarias en la compra de este tipo de inmuebles, es dueño de muchas otras propiedades en Miami, pero Alfonso Ortega solo refirió en su declaración a las de Azerco y Conexa como las que se usaron para esconder dinero de Javier Duarte

Ixtapa

“El 31 de diciembre de 2011 Duarte invitó a Ortega López a pasar el año nuevo en Ixtapa, en un inmueble que el Gobernador decía que era suyo. Estaba en la Torre B, Nivel 1, subcondominio 7, del conjunto Finisterre.

“El abogado declaró el pasado 12 de octubre a la PGR que en aquel encuentro el veracruzano le pidió comprarle dos departamentos contiguos al suyo, “para expandir su propiedad y atender mejor a sus invitados”.

“Fue la primera operación como prestanombres para Ortega, quien suscribió dos contratos por un total de 3 millones de dólares. Los departamentos se entregarían en obra ‘gris’ y costaría otros 500 mil dólares el acondicionamiento de piso, cortinas y demás.

“Cuando empezó el escándalo de los malos manejos de Duarte, las personas que completaron la venta de los departamentos señalaron a Ortega que querían regularizar las compraventas, ya que nunca se escrituraron, pues permanecieron en contratos privados.

“Según el dicho de Ortega, la gente de Duarte acordó con los representantes de Ventanas del Arrecife borrar todo rastro que relacionara al Gobernador con esas propiedades.

“ ‘Habían llegado a un acuerdo donde iban a romper los contratos privados, iban a arrendarlos como nuevos o como rentados, eso me dijo por teléfono Miguel González (representante de la desarrolladora)’, señaló Ortega”.

Alfonso Ortega teme por su vida. Vive amenazado. Se imaginó como testigo protegido y su nombre emergió de inmediato, convertido en la pieza clave de la trama de corrupción de Javier Duarte.

Su vida, quizá lo sepa, ya no vale. Lo sentenció Javier Duarte cuando percibió que pretendía abandonar el gang. Lo amedrentó. Por eso habló.

Su declaración es clave. Ahí queda la mano de Javier Duarte, la operación de Karime Macías, las instrucciones de cómo canalizar los recursos, hacia qué “empresas de papel” o LLC, las de responsabilidad limitada, cómo triangular, cómo borrar la huella del atraco.

Era un testigo protegido y al final su nombre salió a la luz.

Se fue Javier Duarte dizque por amor a Veracruz, para enfrentar las denuncias, para limpiar su nombre. Y desde entonces no volvió a dar la cara. Ni se sabe si vive o no.

Por amor a Veracruz también Karime Macías lavó millones. Por amor a Veracruz, invirtió lo robado en desarrollos inmobiliarios. Por amor a Veracruz, aprovechó la crisis de vivienda en Estados Unidos y compró a precio de ganga para revender, o revenderse a precio de oro. Al fin que lo suyo es lavar.

Nada, pues, salva a Karime.

POR: Mussio Cárdenas Arellano / COLUMNISTA

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