Estando los maestros, administrativos y de intendencia, adheridos a la Delegación D-IV-6 de Cosamaloapan, Ver., pertenecientes a la Sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, es decir, jubilados, en una importante reunión de información donde asistieron una buena cantidad de agremiados, todo se iba desarrollando con normalidad hasta agotar los temas de la agenda.
Fue entonces cuando uno de los jubilados, antes de que se agotaran los trabajos, solicitó la palabra para dirigirse a la asamblea, petición que le fue negada por los representantes del Comité Ejecutivo Estatal de ese organismo sindical, entre los que se encontraba la profesora Cristina Aurora Ballardo Pérez y otro integrante, quienes le negaron la palabra, clausurando de inmediato los trabajos sindicales, sin haberle dado la oportunidad que solicitaba.
El tema central de esa reunión fue para tratar lo relativo a un fondo sindical de 30 mil pesos, que previa documentación correspondiente, podrán cobrar los deudos al fallecimiento del jubilado o pensionado, es decir, a manera de seguro de vida.
Ya en otras ocasiones con la intervención y acuerdos con aseguradoras, así como el manejo de esa situación desde el punto de vista sindical, se ha hecho, y sucede que siempre ha habido totalmente irregularidades, es decir, malos manejos que finalmente, los que siempre ha salido perdiendo son los asegurados, así como los deudos al querer cobrar esas cantidades.
Con eso en el seno de la Sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que tiene a miles de maestros, administrativos y de intendencia, se han cometido presuntos fraudes que nunca han sido aclarados, pero lamentablemente esos temas no los han querido tratar en asambleas delegacionales y estatales, cubriendo de esa manera la corrupción que impera en ese organismo.
Por otra parte, todos los trabajadores de la Educación no se olvidan de los actos de barbarie cometidos en contra de los pensionados, por parte del Gobierno Estatal en la plaza Lerdo, de Xalapa, Ver., el 23 de diciembre de 2015, donde fueron golpeados, les dieron toques eléctricos, fueron perseguidos en los restaurantes, en los hoteles, sólo por pedir que les pagaran a tiempo sus pensiones, acción que estuvo a cargo del actual Gobernador Interino, siendo secretario, y la Sección 56 del SNTE, jamás dio la cara en defensa de sus agremiados, sino agachó la cabeza en aceptación de esos actos de lesa humanidad.
Por cierto, una fotografía que le fue tomada a un pensionado con muletas, estando frente a él la Fuerza Pública del Gobierno del Estado, le dio la vuelta al mundo como ejemplo de lo que estaba ocurriendo en Veracruz, México, siendo reprobada por muchos países del mundo.
El magisterio Estatal veracruzano fue traicionado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, al aceptar la Reforma Educativa, donde se vienen perdiendo muchos beneficios ganados a través del tiempo, como paulatinamente viene ocurriendo con los que tenían base en sus trabajos, y ahora no son reconocidos con la famosa Reforma, que nunca ha sido educativa.
Muchos de los secretarios generales de la Sección 56, al terminar su gestión, eran hechos diputados locales, directores generales de Educación Popular, sin tener ni los conocimientos legislativos, ni los conocimientos académicos, para desempeñar esas importantes comisiones populares y magisteriales, todo eso en contubernio con el Gobierno Estatal veracruzano, y así de esa manera controlar a los dirigentes y por consiguiente a los profesores.
Por eso ahora se viene diciendo que los actuales dirigentes de la Sección 56 del SNTE, quieren a toda costa entretener a los jubilados y pensionados, con aspectos que sí son importantes si se llevaran bien, pero lo que más desean es que les hablen claro, en cuanto a qué va a pasar con sus pensiones, que éstas sean cubiertas puntualmente, que los beneficios que pudieran alcanzar los activos, que también se reflejen en ellos, pues hasta hoy, para los jubilados y pensionados, es incierto su futuro… desde el punto de vista económico.
POR: TOMÁS GONZÁLEZ JIMÉNEZ