Orizaba.- En el marco de la presentación del libro “Una Historia Oral de la Infamia”, de la autoría de John Gibler, se narra desde el punto de vista de los familiares los ataques sufridos por los normalistas de Ayotzinapa, tema en el que el escritor se solidarizó e hizo espacio para la obra.
Al respecto, el activista Jairo Guarneros Sosa señaló que el texto resulta interesante, porque más allá del punto de vista de quien lo escribe, le da voz a todas las personas que dejaron sus actividades en el campo o el trabajo doméstico, para convertirse en activistas sociales, a hermanarse con el dolor de otros grupos y personas que experimentaron la pérdida de algún ser querido, en una situación de violencia generalizada.
Por ello, expresó: “La violencia que hay en el País es administrada por los tres niveles del Gobierno, en contubernio con delincuentes, con el fin mantener a la sociedad tranquila, con miedo y lograr con ello desmovilizar a los que se oponen a sus intereses”.
Guarneros Sosa, refirió igualmente: “Desde mi punto de vista, de alguna manera hay una complicidad, ya que mediante estrategias repetitivas las autoridades utilizan discursos, en los cuales dejan entrever que las personas que han sido víctimas de algún robo o de situación violenta, es su culpa, justificando de esta manera su ineficiencia en la labor que les compete”.
“Hay una perversidad, eso es definitivo, en el asunto de los 43 muchachos de Ayotzinapa, la gente incluso del Estado, ha manifestado que ellos se lo buscaron por dedicarse a otras cosas, totalmente diferentes al estudio, posteriormente, quererlos involucrar con el narcotráfico, lo que a mí me parece algo deleznable”, insistió.
