Fortín.- La directora de Servicios Municipales, Ana Gloria Sánchez Cantero, en lugar de andar haciendo denuncias en contra de manifestantes, debería ponerse a trabajar en su área, pues gran parte de los parques y jardines del municipio, están en el abandono y la funcionaria no atiende los reportes de los ciudadanos.
La mañana de ayer, las autoridades de Monte Blanco, como el comisariado ejidal Martín Trejo, el agente municipal Gustavo García, así como otros ciudadanos de dicha congregación y de Santa Lucía, acudieron a la Fiscalía Investigadora de Fortín, para rendir su declaración por una denuncia interpuesta por la directora de Servicios Municipales, Ana Gloria Sánchez Cantero.
Según el citatorio, en la Carpeta de Investigación 350/2016, Ana Sánchez denunció a los mencionados por la toma del Palacio municipal y la privación de la libertad de los empleados.
Cabe mencionar que la funcionaria, que anteriormente se encontraba en el área de Compras, fue ascendida hace aproximadamente cinco meses como Directora de Servicios Municipales, la cual engloba Alumbrado Público, Parques y Jardines, Mantenimiento de Edificios y Limpia Pública, supuestamente por su gran capacidad y desempeño, aunque se sabe que fue por la gran amistad que tiene con el alcalde Armel@elalcahuetedeTorrecillayCarrillo y la oficial mayor, Araceli Buendía.
Aunque los citados no quisieron expresar ningún comentario a los medios de comunicación, por temor a mayores represalias por parte de Armel@elalcahuetedeTorrecillayCarrillo, así como de su achichincle, Araceli Buendía, trascendió que en dicha Carpeta se trata de ver la presunta privación de la libertad de Ana Sánchez, el pasado 26 de julio en la toma del Palacio municipal, aunque de acuerdo a manifestantes que estuvieron el día de los hechos, la funcionaria nunca estuvo dentro del Palacio.
También trasciende que esta denuncia, así como otras interpuestas por los empleados en contra de los manifestantes de Monte blanco, Monte Salas y Santa Lucía, son obra de la oficial mayor, Araceli Buendía, quien obligó a la empleomanía a firmar las denuncias, incluso hasta los que no estaban dentro del Palacio municipal.