Veracruz.- Frente al puerto de Veracruz, estuvo en llamas y se declaró “fuego fuera de control”, el buque tanque Burgos de Pemex, cargado de gasolina y diésel.
De acuerdo a los comentarios de compañeros marinos de generación, que están en contacto directo con colegas en la embarcación, mencionaron que el fuego se inició por descuido, al dejar un tanque de carga de gasolina, mientras iban al “coffee break”.
A iniciarse la conflagración y pretender poner en servicio los sistemas contra incendio, estos no funcionaron (a bordo de un buque tanque hay tres sistemas de seguridad), ningún sistema de extinción funcionó (ni CO2 en tanques, ni en máquinas con espuma, no funcionó el sistema y agua de mar tampoco, las bombas no sirvieron).
Es un barco modelo 2010 (“casi” nuevo, pero parecería que ya tuviese 30 años) y no tenían las más elementales normas de seguridad, ni vigentes ni revisadas, pero eso sí, en el papel todo está perfecto. Adicional a esto, el puerto de Veracruz no cuenta con embarcaciones llamadas fi-fi (fire fighter), ni una sola por la zona, la Marina Armada de México llegó casi tres horas después a poner un “cerco” anticontaminación, pero no cuentan con extintores de fuego, ni con personal entrenado para rescate en estos casos; ¿la Armada entonces para que sirve?
La tripulación abandonó el buque, los botes salvavidas no “arrían”, o sea no bajan de su posición, los motores que hacen esto no servían tampoco, ya fue declarado el barco como perdido y los tripulantes fueron rescatados por pescadores, sí, por pescadores, de los que se avientan en el malecón por un peso, que día a día se ganan la comida trabajando en la mar bajo condiciones casi suicidas.
Es un hecho más que evidente, que nuestro País NO TIENE GOBIERNO, TODAS las instituciones son un caos, ¿hasta donde llegaremos?
Esto del buque Burgos no se ha terminado, pues todo el combustible a bordo se debe de consumir o explotar, Dios quiera y no suceda algo más, que sea grave para el humano o al entorno, lo material NO VALE NADA.
Una clásica imagen de este pobre País rico y talentoso, pero pobre y gobernado por inútiles, salvo la excepción a la regla, que se cuentan con los dedos de la mano.
Mi querido Pepe Toño, paisano y director general de Pemex, ahí está su obra de descapitalizar a una gran empresa en beneficio de extranjeros y nacionales ambiciosos.
