Por espacio de 11 días, Río de Janeiro albergó los Juegos Paralímpicos 2016, un certamen que finalizó con glorias deportivas y momentos inolvidables, pero sobre todo demostrando que los atletas participantes son unos verdaderos guerreros.
Sin duda, hay dos naciones que merecen mención aparte: Brasil, como país anfitrión de estos juegos y realizar un evento, digno de gritar al viento y por su alegría impregnada en cada sede; así como México, el equipo Tricolor que tuvo que pasar grandes decepciones, pero no en lo deportivo, sino en lo administrativo, hechos que marcaron historia no sólo en nuestro país, sino a nivel Mundial; como olvidar esas lagrimas de Doramitzi por no poder participar. El Fuego Olímpico se apagó, pero todo comenzó luego que el tenor invidente brasileño, Saulo Laucas, interpretó el Himno Nacional de su país ante un pletórico estadio Maracaná, comenzando el paso de las 176 Banderas de las delegaciones asistentes a los Juegos Paralímpicos Río 2016.
Así como inició esta actividad, finalizó, alegría y color invadió todo el estadio Maracaná, algarabía se escuchaba en las tribunas, pero llegó el momento de la melancolía y un silencio que llamó la atención cuando el Fuego Olímpico se apagó, para dar así por terminados estos Juegos Paralímpicos 2016.