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Veneran miles al Señor del Santuario

Superiberia

Amatlán.- Como cada año, esta localidad se viste de gala para celebrar la fiesta en honor al Señor del Santuario, también conocida como la fiesta de la Cruz y del Rosario, celebración que se realiza desde hace más de 250 años.

Es así como en este pintoresco pueblo, se concentra la popularidad de un gremio religioso que tiene inmersas sus tradiciones y costumbres y en el que cada 3 de mayo se revive el entusiasmo de la feligresía católica.

  Sin embargo, la feria de la Cruz y del Rosario ha sufrido grandes cambios, éstos son impulsados por el desarrollo tecnológico y científico.

  Al festejo donde arribaron por lo menos 3 mil habitantes, desde el municipio de Zongolica y lugares circunvecinos para adorar al Cristo crucificado, tallarse con un cordón que de él pende a fin de solicitar su auxilio en situaciones difíciles, pero también para agradecerle los favores obtenidos.

El origen de la feria no es muy preciso, pero se dice que inició entre los años 1753 y 1773. En 1753 se bendijo la construcción del templo actual por el padre Joseph Antonio Rodríguez y Valero, aunque todavía no estaba totalmente concluido, pero años atrás ya se efectuaba la celebración.

  El 3 de mayo de 1773 es la fecha en que se consagró solemnemente el actual templo parroquial que reemplazó al anterior que se encontraba en el barrio de Tepetlapan sobre una loma franqueada por los arroyos de Tepetlapan y Atipitzinatl circundado por un cementerio.

Hoy en día sólo se encuentran algunas ruinas de tal edificio ubicadas en los terrenos entre la calle Galeana y Guerrero de esta población. Para esta fecha ya se celebraba la veneración a la Santa Cruz del Señor del Santuario.

 

INICIA LA FIESTA

 Cada 3 de mayo, llegan a Amatlán feligreses de distintos lugares a quienes se les obsequian rosarios en señal de fe y gozo por el milagroso señor del Santuario, además de la comilona que preparan los mayordomos.

Arriban danzantes de varios lugares y también gente del pueblo que acostumbra bailar al ritmo de la danza azteca Xochipitzahuatl portando el huipil popular de Amatlán.

“Los sabios ancianos de la villa comentan que tiempo atrás en los días de feria, los jóvenes pedían a sus padrinos les regalaran su rosario y ellos en agradecimiento los invitaban a degustar el sabroso mole de guajolote preparado para esta ocasión”

 

José Vicente Osorio

El Buen Tono

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