Córdoba.- Vecinos de Guadalupe Barreal se reunieron ayer con el propietario de un fraccionamiento cercano a esta localidad, con la finalidad de llegar a un acuerdo sobre la descarga de aguas residuales que se vertirá al río San Antonio, debido a que no están de acuerdo en que se afecte el afluente que utilizan para satisfacer sus necesidades de agua en época de calor.
La tarde de ayer, un grupo de vecinos se reunió en la explanada de la iglesia del lugar, donde con pancartas en mano, exponiendo que “los jóvenes de Guadalupe Barreal rechazan la contaminación de este único lugar de recreo”, dialogaron con el empresario Guillermo Tress, a fin de manifestarle que no están de acuerdo con que la descarga de aguas residuales que generará la planta de tratamiento del fraccionamiento San Isidro, caiga en el lugar que ellos utilizan para lavar la ropa y bañarse, sino unos 200 metros más abajo del puente, librando la balsa denominada “El Pipicho”.
Los inconformes reiteraron que desde el 26 de junio del año pasado, le enviaron un oficio a Hidrosistema de Córdoba a fin de que les entubaran la línea hasta esa zona, pero su petición no fue cumplida, toda vez que autorizaron al dueño del fraccionamiento tirar la descarga en una zona cercana, con lo que se ven afectados.
Aseguraron que uno de los vecinos, de nombre Paulino Aguilar Huerta, está de acuerdo en que la tubería que instalen pase por su parcela, y así la descarga caiga más abajo de donde los vecinos utilizan el río como único lugar de recreación y fuente de agua en tiempo de sequía.
Por su parte, Guillermo Tress dio a conocer que la próxima semana se reunirán con el titular del Hidrosistema de Córdoba, Miguel Angel Rodríguez Todd, para ver a qué acuerdo llegan sobre el punto de descarga.
Aseguró que el proyecto de desarrollo urbano cuenta con los requisitos exigidos por la ley, y esto incluye una planta de tratamiento, la cual tiene un costo superior a $1 millón de pesos, con lo que se busca no afectar más a dicho afluente.
De la Redacción
El Buen Tono