Xalapa.- El Sector Salud podría entrar en crisis dentro de 8 a 10 años, augura Jesús Samuel Cruz Sánchez, director general de Vinculación de la UV, al exponer que por una cuestión de cultura, existe una crisis en la medicina tradicional, que puede ser erradicada si se vuelve a este método de cura de enfermedades, “pero la gente acude más a la medicina y a la farmacia, que a los tés”, por lo que apuntó es necesario que se reconozca a la medicina tradicional como fuente de salud inagotable.
Cruz Sánchez aseguró que no hay negocio más importante en el mundo que la industria farmacéutica, “la gente fallece no por falta de medicamentos, si no por falta de recursos, entonces el mundo va a regresar a la medicina tradicional”.
En relación a los motivos por los cuales esta práctica ha ido desapareciendo, comentó que corresponde a que a las grandes industrias les conviene que no se impulse este método de curación, porque ser un negocio altamente redituable, “la gente debe aprender que hay veces en que un extracto de una planta es mucho más benéfico que un medicamento”. Explicó que al consumir estos medicamentos, muchos de ellos tienen un efecto secundario, que las grandes industrias utilizan para la creación de nuevos medicamentos, por lo que “las industrias hacen paquetes de medicamentos que curan pero que con lo que contienen, aumentan los precios del mismo”, platica.
Sustentó sus palabras cuando explicó que uno de los más grandes fracasos de la industria médica es la Talidomida, un fármaco que fue comercializado en los años 60´s que era utilizado como sedante de las náuseas durante los tres primeros meses de embarazo.
Como sedante tuvo un gran éxito popular ya que, en un principio, se creyó que no causaba casi ningún efecto secundario y, en caso de ingestión masiva, no resultaba letal. Este medicamento provocó miles de nacimientos de bebés afectados de focomelia, anomalía congénita que se caracterizaba por la carencia o excesiva cortedad de las extremidades.
Recomendó regresar a la medicina tradicional porque en cuanto a lo económico, y efectos colaterales, no se ha documentado nada que afecte la salud de quien la consume.
Agencias
