Tomatlán.- Colorida y al ritmo de nueve sones es la danza de Los Santiagos, su historia y desarrollo, que nació en el Siglo XII para relatar con bailes la lucha de España por reconquistar los territorios invadidos por los Moros o Musulmanes.
Con más de 50 años de trayectoria, la danza de Los Santiagos, de Don Felipe Ramos Hernández, oriundo de Tomatlán, ha mantenido vivos los sones y cada característica de la danza, que es originaria del municipio.
Para Felipe Ramos, ha sido un gran orgullo poder continuar con las raíces culturales de esta danza, la cual fue fundada por su padre, Fidel Ramos Cárdenas, hace más de 80 años, quien creó más de cinco danzas que ahora pocas perduran en el municipio y lugares circunvecinos.
“Llevo más de 50 años con la danza, he enseñado a mis hijos a ser parte de ella y es un orgullo porque mi padre la fundó; cada año veneramos a nuestro Santo Patrono y a la Virgen de Guadalupe”, mencionó Felipe Ramos.
Los Moros y Cristianos a las órdenes del Sabario y Santiago, seguidos por Pilatos, abren estas tradicionales procesiones en el mes de septiembre para venerar al Santo Patrono, San Miguel Arcángel y en diciembre, a la Virgen de Guadalupe.
La división de los sones
En esta danza existen al menos nueve sones, los cuales se dividen en: la entrada, de danza, así como el famoso ruedo y la batalla.
Son todos aquellos sones que se utilizan para hacer alguna representación y que ya tienen un orden y secuencia para ejecutarlos, desde varios años atrás por tradición. Y cada uno es muy diferente, con un nombre característico.
La vestimenta original
La máscara de Pilatos es de mayor tamaño y tiene una expresión impactante, mezcla de fiereza y locura. El traje de los Moros consiste en un pantalón largo, color rojo con fleco en la parte baja de las piernas y una falda, así como una mascada o pañoleta a la espalda.
El traje de los Cristianos está confeccionado con popelina color rojo y blanco, y portan en la cabeza un sombrero, adornado con flores y flecos
de nailon.
El atuendo de Pilatos es un pantalón chinaco y una camisa roja de manga larga, en la mano derecha carga una lanza, en la cabeza un tricornio color negro, con flores rojas y una cola.
Los cascabeles simbolizan el ruido de las espadas y choque de escudos en la batalla entre Moros y Cristianos.
A decir de Don Felipe, esta danza tiene una larga trayectoria y ha logrado varios reconocimientos en la región, es la única en tocar sus sones originales, así como de portar las vestimentas adecuadas.
Y es que cada parte tiene un significado, tan sólo en las procesiones muchas veces se escuchan gritar entre los mismos Santiagos algunas consignas y muchos nos preguntamos ¿por qué? Éstas refieren, en su carácter religioso, una plegaria dancística; la danza de Moros y Cristianos obliga al danzante a aprenderse los diálogos.
Para poder participar en esta danza no existe un criterio uniforme que defina quién puede hacerlo, sin embargo, sobresalen varones jóvenes.
Aunque en el municipio existen al menos cuatro danzas casi parecidas, no cuentan con los sones originales y vestimenta que caracteriza a la de Don Felipe Ramos, quien ha traído la tradición de su padre, con ritmos y vestuarios únicos.
Una tradición centenaria que muestra una gama de color, gastronomía y cultura, de un municipio con raíces de Tomatlán, en la Danza de Los Santiagos del señor Felipe Ramos Hernández, orgulloso de ser originario de este municipio.