Informes de prensa apuntan a que los socios principales de la F-1 y el fondo de inversiones CVC Capital Partners, están a punto de vender el negocio al conglomerado estadounidense de medios, Liberty Media, por unos 8 mil 500 millones de dólares. Cifra mayor cuatro veces a lo que CVC pagó por la serie hace 10 años.
En el Gran Premio de Italia del fin de semana pasado, el jefe comercial de la F-1, Bernie Ecclestone, se reunió con el co-director de CVC, Donald Mackenzie, cuya inusual presencia en la pista provocó conjeturas sobre la posibilidad de un trato inminente. Sin embargo, Ecclestone no confirmó si hay una venta.
Liberty, una abarcadora compañía de medios, es administrada por John Malone. La revista Forbes lo ubica en el puesto 184 entre las personas más ricas del orbe, con una fortuna de 7 mil 100 millones de dólares, además de ser la persona con más tierras en Estados Unidos, unas 809 mil hectáreas en siete Estados. Liberty es dueña del equipo Bravos de Atlanta de Grandes Ligas. Según los reportes, si Malone compra la F-1, el nuevo director del deporte sería Chase Carey, subdirector ejecutivo de 21st Century Fox.
CVC es el máximo accionista de la F-1, con el 35.5 por ciento de las acciones, seguido por el fondo de inversiones estadounidense Waddell & Reed, con poco más del 20 por ciento. Ecclestone es dueño del 5.3, pero el Fondo Bambino de su familia tiene otro 8.5.
El director del equipo Red Bull, Christian Horner, se expresó optimista sobre la posibilidad de una adquisición.
“Sería un acuerdo muy emocionante para la historia de la Fórmula Uno si llegase a suceder”, dijo Horner en la pasada carrera de Monza.