Para muchos, esta fruta es muy rara y exótica, algo novedoso, pero créanme, muy rica, para mí es una fruta que desde que tengo uso de razón la conozco, porque mi abuelo Ramón Intriago, trajo el árbol por primera vez a la zona de Tezonapa, allá a su rancho “Jesus María”, del otro lado del río Tonto. Lo trajo de Cuernavaca hace como 50 años y de hecho, aún existe este bello árbol enorme, como un árbol de mango que cada año brinda cientos de frutos, una cosa bien padre verlo lleno de carambolos.
Imagínense, hace 50 años ya existía en Cuernavaca y ahí ya lo cultivaban para exportación a Japón y EUA ¿Por qué no somos tan innovadores como ese productor de Cuernavaca, que todavía produce y exporta frutos, creo es el único a nivel nacional que lo hace de manera comercial y lo vende también a las tiendas de autoservicio.
El árbol de carambolo comienza su producción a los 3 años y es abundante, me atrevo a decir que un árbol bien cuidado de unos 4 años llega a producir unos 200 kilos, y lo digo porque yo tuve algunos árboles y es una exageración lo que produce, tanto que hasta las ramas se llegan a desgajar, por lo que se deben poner horquetas para ayudar
al árbol.
Hoy en día ya hay varias variedades seleccionadas, dulces, ácidas, agrias, de color verde limón o naranja encendido, algunos injertan un árbol con las diversas variedades, definitivamente una maravilla.
Hablemos de la oportunidad económica que nos ofrece el carambolo, miren, si se sembraran 400 arbolitos, los cuales caben en una hectárea, en 3 a 4 años habría una producción aproximada de 40 toneladas, poniendo que cada árbol dé 100 kilos. ¿Se imaginan 40 mil kilogramos por hectárea? Ya con esa capacidad podrían empezar a salir a mercados como Puebla y la Ciudad de México, tocar puertas y hasta negociar con las tiendas transnacionales, ya que muchas de esas tiendas compran productos de la región para apoyar a la economía de los productores regionales; ahora bien, 40 toneladas, que las tiendas las compren a 10 pesos el kilogramo, estamos hablando de 400 mil pesos ¡Casi medio millón! Todo es cuestión de tener visión y no desesperarse, alternativas existen, sólo hay que dedicarse sin miedo y cambiar nuestra mentalidad de conformismo.
Su nombre científico es “averria carambola” y es originario de Indonesia, de hecho casi todas las frutas exóticas vienen de ese maravilloso país, también el carambolo tiene propiedades medicinales muy buenas, tiene fibra, es un laxante suave, diurético, o sea que es bueno para limpiar riñones, tiene antioxidantes, vitamina A, tiene propiedades hemostáticas, dígase que ayuda a detener las hemorragias y sobre todo para las hemorroides sangrantes, las ayuda a aliviar, ayuda también a bajar los niveles de colesterol y tener un sistema cardiovascular de lujo.
Su uso es como fruta fresca, se hace también una rica agua con jugo de limón, mermeladas, ensaladas, ayuda a adornar platillos, pues cuando se corta tiene forma de estrella, definitivo, un fruto lleno de maravillas.
En el campo experimental de El Palmar, ahí en Tezonapa, tienen plantaciones, por desgracia, al parecer están en peligro por el problema que enfrenta de invasión de sus predios, una verdadera desgracia, ojalá pronto se resuelva por el bien de todo el banco de germoplasma que existe en este maravilloso lugar; banco de germoplasma es una colección de diversas especies de plantas que sirven para preservarlas y reproducirlas.
Hago una vez más un llamado a las autoridades, a la sociedad y en especial a los agrónomos, a defender nuestro campo experimental, lleno de maravillas y donde se han realizado muchas investigaciones en pro de mejorar la calidad y productividad de los cultivos.
Atte: Beto el Agrónomo…
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