Madrid.- Rajoy, aspirante a la reelección en la Presidencia del Gobierno en representación del derechista Partido Popular (PP), advirtió de los supuestos “riesgos” que tendría para España el rechazo de su investidura, y por tanto, la convocatoria a unas terceras elecciones generales en menos de un año.
El Presidente en funciones subrayó cuatro puntos: la gravedad de un nuevo brote de crisis económica, las sanciones de la Unión Europea (UE) por no cumplir con los criterios del déficit público, el daño a la imagen internacional y nacional del país, y por último, la amenaza de la “unidad” del país ante la amenaza secesionista por parte de Cataluña.
En un tono plano y hasta “cansado” y “sin ilusión”, según la opinión de otros diputados, Rajoy compareció ante el Congreso de los diputados para intentar convencer a los 350 Diputados de que le otorguen la confianza para ser investido Presidente del Gobierno.
Rajoy se presentó a la cita con la firma de un pacto de investidura con otras formaciones, Ciudadanos y Coalición Canaria (CC), con lo que en cualquier caso no sumaría la mayoría absoluta requerida para sacar adelante la votación. El PP, con 137 escaños, Ciudadanos, con 32, y CC con uno, suman un total de 170 diputados, mientras que la mayoría absoluta está situada en el 176.
El objetivo de Rajoy es sumar a seis diputados más para que le apoyen o, en su defecto, que se abstengan en una segunda votación 11 diputados para ser elegido por mayoría simple, tal y como establece el reglamento.
Con este escenario, y si se cumplen las advertencias del resto de partidos políticos, la investidura de Rajoy será rechazada en primera y en segunda votación, con lo que a partir del próximo 2 de septiembre se abrirá un período de dos meses para explorar nuevas candidaturas y si la actual suma nuevos apoyos.
Si no se logra, se convocaría a elecciones anticipadas. La otra alternativa de Gobierno que está sobre la mesa, pero que a día de hoy es muy complicada, estaría formada por una coalición de cinco partidos.