Córdoba.- La incompetencia del personal de la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento, sale a relucir una vez más, y es que en la avenida principal de la colonia La luz Francisco I. Madero se puso en marcha la obra de reconstrucción de banquetas, a petición de los mismos vecinos, pues eran intransitables, sin embargo, para sorpresa de todos las banquetas ya terminadas quedaron igual de inservibles, es decir gastaron inútilmente recursos públicos.
Postes de CFE y de Telmex, botes, cajas de repletas de basura o la expansión indebida de las casas, son algunas de las causas que obligan al peatón a tener que transitar junto a los automóviles que circulan por la calle, aunado a que las aceras miden entre 60 y 80 centímetros, cuando de acuerdo a normas internacionales, una banqueta debe medir al menos 1.50 metros de ancho, libres de obstáculos para que dos personas se puedan cruzar sin interferencia. En calles primarias con mayores volúmenes el ancho mínimo debe ser de 2.50 metros libres.
Los peatones que transitan por esta avenida, arriesgan su vida al tener que bajar de las mini-banquetas para continuar con su camino, situación de peligro principalmente para personas en muletas, sillas de ruedas y para mujeres con bebés en carreola.
Incluso los postes a media banqueta impiden a personas delgadas seguir su camino arriba de las banquetas, por lo que también tienden a caminar sobre la avenida, la cual hay que resaltar es unas de las más transitadas de la ciudad, al ser una vía que conecta el centro de la ciudad con más de 30 colonias.
Los peatones se ven en la necesidad de bajarse de la banqueta para llegar a su destino o de lo contrario, tendrán que ir esquivando postes y demás personas, eso sin mencionar la expansión indebida de las casas.
Y aunque se reconoce que toda persona tiene derecho a ganarse el sustento diario con su trabajo, el peligro aumenta con la instalación de algunos vendedores ambulantes y de puestos semifijos, que obstruyen el paso y ello también obliga a los peatones a bajarse de la banqueta para continuar con su camino.
Tan solo en esta avenida, serían incontables las veces en que peatones con muletas, en sillas de ruedas, mujeres con bebés en carreola y personas obesas o robustas, han tenido que bajarse de la banqueta para continuar su camino.
Recibimos llamadas de ciudadanos que sugieren el despido inmediato de Dardané Antonio Naranjo Gómez, quien quedó al frente de la dirección de Obras Públicas, ante la renuncia del incompetente de Luis Miguel Fuentes García.
En El Buen Tono opinamos que es absurda la autorización de obras inútiles, los vecinos solicitaron banquetas nuevas para poder salvaguardar su integridad ante el flujo vehicular, sin embargo, las aceras construidas sirven lo mismo que parte del personal de la Dirección de Obras Públicas, ¡Para nada!
Hablemos de Ciudades Humanas, es algo que debemos tener siempre presente, la ciudad debe servir al hombre y no al carro. Las banquetas deben ser amplias, tan amplias como sea necesario, como lo son en Nueva York, con al menos 8 metros en cada lado, o como los 35 metros de la avenida de los Campos Elíseos en París. ¿Por qué en Córdoba las banquetas tienen que medir de 60 a 80 centímetros o menos?
La acera puede detonar el desarrollo del comercio de una ciudad, los que compran van a pie, tenemos que rescatar las banquetas como espacios que permitan la convivencia con la familia, amigos, vecinos y visitantes. Lo que se plantea es pensar en los ciudadanos primero y después en los automóviles, es pensar en las personas y en nuestras familias. Las banquetas de Córdoba son uno de los temas de las Ciudades Humanas, quizá el primer tema, el principal, hoy hay que pensar en la importancia de un mejor espacio para la gente, donde pueda convivir, donde el ciclista y el peatón sean el principal motor de la movilidad de una sociedad. Invitamos por igual a ciudadanos y autoridades a poner sobre la mesa este tema, y nunca más bajarlo, los invitamos a hacer una cruzada para rescatar este espacio a favor del hombre razón de ser de una Ciudad.
De la redacción
El Buen Tono