Orizaba.- El jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número 7, Ulises Núñez Hernández, explicó que las instituciones médicas implementan una estrategia llamada “familias fuertes”, que consiste en una capacitación integral para padres, adolescentes y maestros, por parte del área psicológica.
Insistió que este programa ha dado mayores resultados, respecto al embarazo prematuro en menores de 18 años, mismo que tiene varias características, como el hecho de que la madre esté en condiciones inadecuadas, es decir, padecer un fuerte grado de desnutrición, lo que conlleva a que el producto no venga en las mejores condiciones, también en estos casos las jóvenes tienen un alto riesgo de desarrollar una enfermedad, hemorragias, así como infecciones, sobre todo en vías urinarias, ya sea en el transcurso del embarazo o posteriormente, también afecta que por la falta de experiencia la madre no se someta a un tratamiento médico adecuado, por esto lo mejor es apostar para prevenir el embarazo en adolescentes.
Núñez Hernández agregó: “lo preocupante es que los embarazos prematuros se dan en todos los ámbitos socioeconómicos, es decir, no hay diferencia de clases sociales, así como en familias de padres o madres solteras y, en ocasiones, con núcleo familiar con excelente educación. La única diferencia es que una niña con suficientes recursos económicos podrá ir a la mejor clínica a que le apliquen el legrado y la niña humilde se desangrará”.
Enfatizó, sobre todo, que la clave está en la falta de comunicación entre integrantes de las familias, por lo que exhorta a los padres a llevar a las menores de edad a las instituciones de Salud, para que se capaciten y prevengan juntos, los posibles casos de embarazos prematuros y peligrosos.
